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Historias con Historia

Historias Medievales

Los Amotinados de Alost

Los amotinados en Alost.

No era infrecuente que los ejercitos de cualquier país se amotinaran en numerosas ocasiones, principalmente por retrasos en recibir su soldada. Pero como he comentado alguna vez, los tercios españoles eran peculiares hasta en la hora de amotinarse. Normalmente, el resto de tropas de otros países, se sublevaban en momentos cruciales antes de entrar encombate, sin embargo, los tercios primero se batían si era menester y después se amotinaban con todas las de ley, no fuera que se pensaran que lo hacían por no combatir y es que cualquier cosa antes que se pusiera en duda su gallardía.

Entre los mucho motines que protagonizaron las tropas de los tercios (en Milán, Sicilia, Haarlem, Amberes...) el ocurrido en Alost, es quizás uno de los más sonados y más representativo de esta especial manera actuar.

En Alost (Aalst en flamenco) se encontraban unos 1.600 soldados del tercio de Valdés, algunas de cuyas unidades llevaban más de dos años y medio sin recibir su paga. Hartos de tener que buscarse la vida robando y rapiñando allá por donde pasaban, deciden levantarse en armas pero como debe de ser, con honor.

Primero dejaron salir a los oficiales de alto rango para no ponerlos en el compromiso de tener que elegir entre la lealtad al rey o la de sus hombres y luego nombraron a un jefe que se encargaría de encabezar las negociaciones y de mantener las cosas dentro de un orden. Este cabecilla tiene poder absoluto, incluso posee la potestad de imponer sentencias de muerte a aquellos que no guarden las debidas formas.

Los amotinados en las negociaciones.

Se encontraban los levantiscos en plenas negociaciones para ver si cobraban algo de una vez, cuando les llega la noticia que en la cercana localidad de Amberes, 20.000 rebeldes herejes han atacado a las tropas españolas allí acantonadas (apenas unos 1.000) y que a duras penas resisten dentro del castillo de la ciudad.

Enterado de las difilcutades de sus compañeros, los amotinados de Aalost no lo dudan. Todos estan de acuerdo en:

"socorrer el castillo y ganar la villa o perder las vidas sobre ello"

Salieron de Alost a las tres de la madrugada y antes del amanacer habían recorrido los 40 km. que les separaba de Amberes. Antes de entrar en la ciudad se detienen y se preparan.

<<Pasaron los amotinados con la demás infantería el puente del castillo, y en la contraescarpa de él hicieron oración todos para asaltar, y al fín de ella, guiándoles un soldado, llamado Juan de Navarrete, natural de Baeza, a quien habían hecho su alférez, que llevaba un estandarte y en él pintado un crucifijo de una parte, y Nuestra Señora de la otra, arremetieron los amotinados con sus capitanes por la calle de San Miguel, y Julián Romero con su gente por la de San Jorge, apellidando [gritando] Santiago, España, al cerrar con las trincheras y reparos de los Estados [rebeldes]>>.

Nota: Como en teoría seguían amotinados y se negaban a luchar bajo la bandera del Tercio, el estandarte que se describe arriba es uno fabricado por ellos mismos.

Entre distintos refuerzos que llegaron además de los de Alost, en Amberes se juntaron un total de 2.200 infantes españoles, 800 alemanes y 500 caballos con los que hacer frente a los 20.000 rebeldes y a pesar de semejante superioridad numérica, el empuje de los tercios consiguió desbaratar la líneas enemigas formadas en su mayoría (14.000) por civiles armados y con poca experiencia de combate.

Los tercios hacen huír a los rebeldes.

Pero lo que podía haber sido una brillante y gloriosa victoria a la larga se tornaría en una ingrata pérdida para los españoles. Unos pocos rebeldes se atrincheraron en el ayuntamiento al que se le prendió fuego. Las llamas se extendieron a las casas vecinas y el voraz incendio, que destroza gran parte de la ciudad, se convierte en el inicio del saco de Amberes o Spaanse Furie (furia española) como lo llamaron los holandeses. Las paupérrimas tropas de los tercios, vieron en Amberes la oportunidad de hacer algo de fortuna y fueron tres días seguidos de desmanes y pillajes en donde las víctimas civiles se contaron por miles.

Quema del ayuntamiento de Amberes

La indignación de las provincias y el Consejo de estado por el saqueo no tuvo límites. El día 8 de noviembre firmaron la pacificación de Gante que exigía la salida de los soldados españoles de los Países Bajos, acuerdo que Don Juan de Austria tuvo que aceptar para no perder totalmente el control de las provincias.

El episodio del saco de Amberes también pasó a engrosar la leyenda negra española.

 

Visto en el libro:

La Infantería Legendaria de Fernado Martínez y Jose María Sánchez.

Más en:

http://www.geocities.com/losterciosespaoles/alost.htm

El Capitán Toni

El Capitán Toni.

 


Antonio Barceló

Durante años fue el terror de piratas y corsarios berberiscos. Los ingleses le admiraban, introdujo técnicas revolucionarias en el combate naval y las tripulaciones a su mando le respetaban y seguían hasta el final. Antonio Barceló fue un marino Español, Mallorquín para más señas, que se subió por primera vez a un barco cuando apenas llegaba a asomarse por la borda y no abandonaría la vida marinera hasta su muerte a los 80 años. Ascendió a base de méritos en combate (apenas sabía leer ni escribir) llegando a ser teniente-general y como con otros personajes insignes de este país, bien merece que de vez en cuando, desempolvemos un poco su historia.

Antoni Barceló nació en Palma de Mallorca en 1717 y su padre le embarcó cuando era solo un crío. Su padre era el dueño de un jabeque que hacía de correo entre las Baleares y la península y cuando este murió Barceló, con 18 años, heredó el mando del buque.

 

Antonio Barceló, con su jabeque correo, rechaza a dos galeotas argelinas (1738). Pintado por Ángel Cortellini Sánchez, Museo Naval de Madrid.


La función de correo que realizaba no solamente era la de llevar correspondencia, sino que también transportaba víveres, municiones, tropas... por lo que esos barcos eran pieza muy apetecible para los numeroso piratas que entonces castigaban nuestras costas. Recién cumplido los 19 años salió exitoso de su primer combate contra unos berberiscos que incordiaban las rutas de los correos. Desde entonces su tripulación, medio en serio medio en broma (al fin y al cabo era casi un niño), comenzó a llamarlo Capitán Toni, apelativo que nunca le abandonaría.

Con 21 años se enfrentó a dos galeotas argelinas poniéndolas en fuga muy maltrechas. Esta acción le valió su entrada directa en el ejercito, por orden del rey, con grado de Alferez.

En 1748 causó un gran revuelo el apresamiento por parte de los berberiscos de un jabeque español con 200 pasajeros, entre ellos 13 oficiales del ejército. Molesto, el nuevo rey, Fernando VI, ordenó armar en Mallorca a sus expensas cuatro jabeques, dándole el mando a Antonio Barceló. Durante los siguientes años se dedicó a perseguir a los molestos piratas y durante esa época echó a pique 19 buques, hizo más de 1.600 prisioneros y liberó a millares de prisioneros cristianos.

 

Exvoto (objeto de ofrenda religiosa) realizado por unos cautivos liberados gracias a la acción del Capitán Antonio Barceló frente a las costas de Benidorm el 21 de Enero de 1.766.

Su acción en la primera y desastrosa expedición contra Argel fue clave. Su acción cubriendo la retirada de las tropas españolas que huían evitó que el fiasco hubiera tenido aun peores consecuencias. Es ascendido a Capitán de navío.

En 1779 lo pone al mando de las fuerzas navales del gran sitio a Gibraltar. Con su flota bombardea las posiciones inglesas de Gibraltar pero la superioridad artillera del peñón, cuyos cañones lo tenían chupado para alcanzar los barcos españoles, hacía imposible un hostigamiento en condiciones. Por eso se le ocurrió la idea de las "Lanchas cañoneras", pequeñas barcazas armadas con un cañón giratorio de mediano calibre.

 

Cañon de Cañonera

 

 

Cañonera ideada por Barceló.

 

Además tuvo la ocurrencia de blindar con una plancha de hierro la proa de la embarcación. Muchos dudaban de que esos pequeños botes pudieran con una pieza artillera de ese peso y menos con el retroceso, pero resultaron ser de lo más efectivas. Quien mejor lo describe es un capitán inglés que sufrió sus ataques y que cuenta...

"La primera vez que se vieron desde nuestros buques causaron risa; mas no transcurrió mucho tiempo sin que se reconociese que constituían el enemigo más temible que hasta entonces se había presentado, porque atacaban de noche y eligieron las más oscuras; era imposible apuntar a su pequeño bulto. Noche tras noche enviaban sus proyectiles por todos lados de la plaza. Este bombardeo nocturno fatigaba mucho más que el servicio de día. Primeramente trataron las baterías de deshacerse de las cañoneras disparando al resplandor de su fuego; después se advirtió que se gastaban inútilmente las municiones."

Resumiéndolo con una frase pugilística "Revolotea como una mariposa y pica como una avispa". (Mohamed Ali)

 

 
Estas lanchas fueron un gran éxito en posteriores acciones y rápidamente las adoptarían todos los ejércitos del mundo llegando su uso hasta la actualidad. Su efectividad era sobre todo mortal a la hora de atacar grandes barcos a quienes les resultaba imposible atinar (la artillería de entonces dejaba mucho que desear). Tan inalcanzables eran, que incluso pudieron suprimir el blindado de proa.

Se cantaba por Andalucía una coplilla que decía así:

Si el rey de España tuviera
cuatro como Barceló,
Gibraltar fuera de España
que de los ingleses no.

Y aún circula un dicho por Andalucía que dice: "Ser más valiente que Barceló por la mar"

A pesar de todo, Gibraltar no se pudo recuperar. :-(

La carrera del Capitán Toni continuó imparable y aún participaría en otras dos expediciones a Argel y en la campaña de Tanger. En esta última se sintió ofendido porque no se le dio el mando de la flota. Tenía 75 años y entre el resto de mandos no tenía muchas simpatías. Era un poco zafio en sus modales y su cultura escasa, por esto al final de sus días fue un poco despreciado, no encajaba entre las oficiales de la ilustración de la época. No así entre los mandos inferiores y marinería quienes le profesaban, además de respeto y admiración, una gran simpatía pues siempre les trató como iguales, siendo enérgico en las situaciones que lo requerían y amigable y cercano en las demás.

Murió en Palma de Mallorca a los 80 años y fue enterrado en una iglesia de la capital. En el Panteón de Marinos Ilustres de San Fernando, hay una lápida con una sencilla inscripción que dice así:
A la memoria
del
Teniente general
Don Antonio Barceló

 

 

 

Visto gracias a un comentario de schaduwplek

 

Más en:

http://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_Barcel%C3%B3

http://capitantoni.galeon.com/

Cuando por aquí éramos Árabes

Cuando por aquí éramos Árabes.

Partida de ajedrez entre un cristiano y un árabe

Los árabes entraron en la península en el 711 de manos de Agila II y del obispo Oppas . Llegaron aquí como invitados a "tomar algo" a cambio de alguna ayudita en la guerra civil visigoda y el caso que les gustó tanto el sitio que terminaron por quedarse un "poco más". Fueron ocho siglos donde convivimos manteniendo una extraña relación de amor-odio y durante los cuales la cultura y civilización árabes, la más adelantada de la época, nos dejó una huella que aún hoy está latente en nuestras vida.

 

Antiguo mapa de Al-Andalus.

 

Después de 300 años de reinado visigodo que eran un pueblo no demasiado culto y cerrado de costumbres (no estaba ni permitido el mestizaje con los hispanos.), la llegada de los árabes fue un soplo de aire fresco, no sólo para Hispania sino también para el resto de Europa y por ello no les resultó demasiado difícil hacerse con la mayor parte de la península.

 

Distintas etapas de la ocupación.

 

En apenas unos años de cada 7 habitantes de la península, 5 convivían con los árabes y en poco tiempo las ciudades del Al-Andalus se convierten en las más grandes de Europa, como Toledo que tenía 70.000 habitantes, Almería 27.000, Granada 26.000, Zaragoza 17.000... pero la más espectacular era Córdoba con cerca del millón de habitantes y rivalizaba en poderío y belleza con la todopoderosa Damasco. (Para hacernos una idea, París tenía entonces 7.000 habitantes).

 

Cordoba

 

La convivencia fue bastante bastante buena en un principio. Los árabes eran permisivos con el culto cristiano e incluso se adaptaron al modo de vestir europeo quitándose los turbantes que sólo llevaban los soldados. (NOTA: Tan a gusto debían de de estar, que dicen que los árabes peninsulares no respetaban la norma del Corán de no beber alcohol y que al menos en privado lo hacían).

 

Almunia o casa de campo árabe.

 

En agricultura, donde se seguía trabajando con los métodos dejados por los romanos, se experimentaría una gran revolución. Hay que recordar que los árabes son un pueblo venido del desierto donde el aprovechamiento del agua es parte de su cultura, así que cuando llegaron a estas tierras y vieron lo que había, lograron verdaderas virguerías con sus nuevas máquinas, canales y técnicas de regadío. Casi todas las palabras del castellano sobre la conducción del agua y almacenamiento son árabes. Por ejemplo: Aljibe, atarjea, alberca, acequia, alcantarilla... Se cuidaba tanto la agricultura que crearon un derecho especial relacionada con ella, del que el actual tribunal de aguas de Valencia es descendiente.

 

Reconstrucción de una almunia o casa de campo.

 

También se comenzó a cultivar higos, limones, arroz, caña de azucar y algodón, productos desconocidos en Europa hasta entonces. La lista de palabras árabes relacionadas con la agricultura sería interminable. Alcachofas, acelgas, alubias, azucar, aceituna, azahar, azucena, almendra... Esta última era su preferida para los postres. Los dulces típicos que tiene su base de almendra su origen es árabe, como el mazapán, el turrón... (NOTA: No sólo hemos heredado términos agrícolas, muchas palabras actuales son de origen árabe... casi todas que empiecen por "al" almacén, alcalde...)

Los caballos andaluces son tataranietos de los caballos árabes que según cuentan, se ponían "firmes" en bloque o iniciaban el ataque solamente cuando lo mandaba el oficial al mando.

El comercio alcanzó un enorme volumen por la excelente relación calidad-precio de los productos que se manufacturaban aquí y es que se trabajaba con la máxima coránica de "Todo artesano debe realizar un trabajo bien hecho y venderlo a precio justo". Por ejemplo, en Jativa había una fábrica de papel donde se fabricó el papel de la inmensa mayoría de los textos medievales. En el Al-Andalus tendría el origen los gremios comerciales que tanta importancia adquirirían luego en la edad media.

 

Ilustración de un bazar.

 

Del arte y la construcción poco puedo decir y no hay más que moverse un poco por cualquier rincón de España para ver muestras y vestigios de la belleza de su trabajos. Sin ir más lejos, los castillos que poblarían la península, los aprendimos a construir de los árabes, ellos los llamaban alcazabas.

 

Torre del oro. Sevilla.

 

Los aportes culturales del Al-Andalus son innumerables y no hay rama del saber que no se toque. Por aquí entraron al resto del mundo los números árabes y el "0" que usamos universalmente. Los médicos Andalusís gozaban de especial fama, así como los botánicos de los que existen varios manuales.

 

Tratado andalusí sobre plantas medicinales.

En astronomía más del 40% de los cuerpos celestes conocidos hasta entonces los "bautizaron" astrónomos cordobeses e hicieron uso del astrolabio, aparato de medición marino que extrajeron de unos textos latinos del siglo II a.C traducido por ellos.

 

Astrolabio andalusí de 1067 encontrado en Toledo.

La esfera celeste de cobre de 1285 de la foto inferior y de autor andalusí desconocido, representa la esfericidad del universo 200 años antes que lo hiciera Copérnico y 300 antes de Galileo. Seguramente se basó en las teorías griegas que fueron olvidadas durante los siglos que se mantuvo la idea de la "tierra plana".

 


 

 

Los habitantes del Al-Andalus, en un gesto de clarividencia e inteligencia que no volvería a verse en siglos (si es que se ha vuelto a ver) pensaron que el conocimiento era algo muy valioso y que debía de preservarse. Para ello, en los dos grandes centro culturales de Toledo y Cordoba, se crearon auténticos grupos de trabajo e investigación formados por árabes, judíos y cristianos que se ocuparon, además de investigar para avanzar, de rescatar la ciencia antigua recuperando y traduciendo gran cantidad de textos clásicos.

 

Corán del S.XII.
No sólo eran textos clásicos. Esto es la traducción del castellano antiguo al árabe del"mancebo de Arévalo". Esto también nos ayuda a conocer como eran el castellano en sus orígenes.

 

No creo que sea exagerar mucho si decimos que gracias a ellos, podemos leer en la actualidad a Aristóteles, Pitágoras, Euclides... y la gran mayoría de los grandes cerebros clásicos de la humanidad sobre los que hemos levantado nuestra cultura actual.

 

Visto en el libro:

"Historia de Aquí" por Forges. Creo que ya lo he dicho pero insisto, es una maravillosa manera de leer sobre historia.

Más en:

http://es.wikipedia.org/wiki/Al-%C3%81ndalus

http://es.wikipedia.org/wiki/Ciencia_en_Al-%C3%81ndalus

 

 

 

 

Báthory. La Condesa Sangrienta

 

Báthory. La Condesa Sangrienta.
 
Erzsébet Báthory.

No hay que dejarse engañar por la frágil apariencia de la mujer que nos mira desde el cuadro. Detrás de ese inocente rostro que parece no haber roto un plato en su vida, se esconde la mujer que tiene el triste honor de ser la asesina más cruel y sanguinaria que el mundo haya conocido jamás. Y es que según relata el sumario de su juicio y sacado del diario que ella misma escribía, Erzsébet Báthory, conocida como la "Condesa sangrienta", acabó con la vida de 612 mujeres jóvenes de entre 9 y 26 años para poder bañarse en su sangre y así mantenerse joven eternamente.

Erzsébet(Elizabeth) Bathory nace en 1560 de un matrimonio consanguíneo (entre primos) en una de las familias más poderosas de Hungría. De pequeña sufre ataques epilépticos que posteriormente remiten con la edad. A los 13 años empieza a "dar problemas". Se queda embarazada de un sirviente al que la familia de Elizabeth castran y lo arrojan a los perros. Llegaría a tener el niño aunque se desconoce que fue de él.

Con 15 años se casa con un Conde de 26 años llamado Ferenc y Elizabeth vive con él y su suegra en su castillo. El joven conde no se pasaba mucho tiempo por allí: la mayor parte del tiempo estaba combatiendo en alguna de las muchas guerras de la zona (empalando a sus enemigos sin compasión), lo que le mereció el apodo de "Caballero Negro de Hungría". Existe registro epistolar de cómo Ferenc y Erzsébet intercambiaban información sobre las maneras más apropiadas de castigar a sus sirvientes, esto era normal entre los nobles de la época.


Pero es a la muerte de su marido cuando se comenzaría a conocer su verdadera cara. Para empezar, despidió a su muy odiada suegra del castillo, junto con el resto de la parentela ; las muchachas a las que ésta protegía en esos momentos fueron llevadas a los sótanos y allí recibieron por fin los castigos que, en opinión de Elizabeth, se merecían.

Es por esta época que empiezan a escucharse rumores de que algo muy siniestro ocurre en el castillo. Llegan historias de que la condesa practica la brujería (explícitamente, la magia roja) y para ello utiliza la sangre de muchachas jóvenes. Al parecer todo comenzó cuando una sirvienta cepillaba el pelo a la Condesa y le dio un tirón con el cepillo haciéndole daño. Elizabeth se revolvió y le dio un manotazo que rompió la nariz de la sirviente salpicándola de sangre. Fue entonces cuando creyó notar que, allí donde había caido la sangre, su piel parecía más tersa y que habían desaparecido las arrugas.

Desde entonces su mayor obsesión fue la de encontrar mujeres, cuanto más jóvenes mejor y a ser posible vírgenes, para poder bañarse en su sangre y, por supuesto, también beberla. Las muchachas eran raptadas por algunos de sus colaboradores, tan siniestros como ella, destacando a Dorottya, Ilona y Piroska a quienes se les catalogaba de brujas.

Elizabeth y sus acólitos no se conformaban con desangrar a sus víctimas sino que además éstas eran sometidas a retorcidos suplicios. Como muestra de sus peculiares gustos, este es el relato tomado a una de las pocas chicas que lograron escapar.

"...una joven de doce años llamada Pola logró escapar del castillo de algún modo y buscó ayuda en una villa cercana. Pero Dorka y Helena Jo se enteraron de dónde estaba por los alguaciles, y tomándola por sorpresa en el ayuntamiento, se la llevaron de vuelta al Castillo de Cachtice por la fuerza, escondida en un carro de harina. Vestida sólo con una larga túnica blanca, la condesa Isabel le dio la bienvenida de vuelta al hogar con amabilidad, pero llamaradas de furia salían de sus ojos la pobre ni se imaginaba lo que le esperaba. Con la ayuda de Piroska, Ficzko y Helena Jo, arrancó las ropas de la doceañera y la metieron en una especie de jaula. Esta particular jaula estaba construida como una esfera, demasiado estrecha para sentarse y demasiado baja para estar de pie. Por su [cara] interior, estaba forrada de cuchillas del tamaño de un dedo pulgar. Una vez la muchacha estuvo en el interior, levantaron bruscamente la jaula con la ayuda de una polea. Pola intentó evitar cortarse con las cuchillas, pero Ficzko manipulaba las cuerdas de tal modo que la jaula se balancease de lado a lado, mientras que desde abajo Piroska la punzaba con un largo pincho para que se retorciera de dolor. Un testigo afirmó que Piroska y Ficzko se dieron al trato carnal durante la noche acostados sobre las cuerdas, para obtener un malsano placer del tormento que con cada movimiento padecía la desdichada. El tormento terminó al día siguiente, cuando las carnes de Pola estuvieron despedazadas por el suelo".

(NOTA: Se dice que el aparato de tortura llamado "La doncella de hierro" es un invento de Bathory.)

 

Dama de hierro y cepos.

 

La condesa, gracias a su privilegiada situación, actuó con cierta impunidad durante algún tiempo. Principalmente porque las víctimas eran siempre mujeres de las clases bajas que desaparecían y nadie preguntaba. Los problemas le llegaron cuando empezó a no encontrar víctimas propicias entre la plebe. Entonces fue cuando comenzaron a desaparecer muchachas de la nobleza y ese sería el error que acabó con la Condesa sangrienta. Las jóvenes nobles si despertaron sospechas entre la gente poderosa y con recursos y el rey ordenó que se iniciara una investigación.

 

Castillo de la condesa Bathory en la actualidad.

 

Esto es el relato de lo que encontró el investigador del rey cuando llegó al castillo la Condesa.

"...Lo primero que vieron fue a una sirviente en el cepo del patio, en estado agónico debido a una paliza que le había fracturado todos los huesos de la cadera. Esto era práctica corriente y no les llamó la atención, pero al acceder al interior se encontraron a una chica desangrada en el salón, y otra que aún estaba viva aunque le habían agujereado el cuerpo. En la mazmorra encontraron a una docena que todavía respiraba, algunas de las cuales habían sido perforadas y cortadas en varias ocasiones a lo largo de las últimas semanas. De debajo del castillo exhumaron los cuerpos de 50 muchachas más. Y el diario de Elizabeth contaba día por día sus víctimas, con todo lujo de detalles, hasta sumar un total de 612 jóvenes torturadas y asesinadas. Por todas partes había toneles de ceniza y serrín, usados para recoger la sangre que se vertía tan pródigamente en aquel lugar. Debido a esto, todo el castillo estaba cubierto de manchas oscuras y despedía un tenue olor a podredumbre. Se decía que mientras su esposo estaba fuera, ella mantenía relaciones sexuales con sirvientes de ambos sexos, y se rumoraba que cuando tenia sexo con chicas no era raro que las mordiese salvajemente."

La condesa debido a su condición de noble no podía ser juzgada, pero sus ayudantes fueron juzgados y condenados a muerte (sólo se perdonó a la más joven de las sirvientes de la condesa porque intercedió por ella una de las víctimas). A todos se les decapitó y sus cuerpos fueron quemados excepto a las tres brujas que se les aplicó un castigo especial. Primero les arrancaron los dedos con unas tenazas la rojo vivo y posteriormente arrojadas vivas a una gran hoguera.

 

Torre donde fue encerrada la Condesa.

 

La condesa fue encerrada en una mazmorra de su castillo. Tapiaron las puertas y ventanas y dejaron tan solo un pequeño orificio por donde le pasaban la comida. Después de cuatro años de no ver la luz del sol, la condesa sangrienta murió.

 

Agujero por donde cuentan le pasaban la comida.

 

Aunque ha quedado constancia del juicio y del diario de Elizabeth Bathory donde se detallan los crímenes, algunos investigadores actuales consideran que estos asesinatos o al menos parte de ellos, fue una complicada trama montada por sus enemigos en una lucha de poder interna.

Página de los descendientes de Elizabeth Bathory.

Más:

http://es.wikipedia.org/wiki/Erzs%C3%A9bet_B%C3%A1thory

El Fracaso de Da Vinci

El Fracaso de Da Vinci.

 

De Leonardo Da Vinci se podría decir, sin temor a equivocarse, que ha sido la persona con los más variados talentos de la historia. Fue arquitecto, pintor, escultor, inventor, ingeniero... desenvolviéndose en todos ellos con particular maestría. Pero hubo una disciplina en la que fracasó estrepitosamente a pesar de sentir verdadera pasión por ella. Se trata de la gastronomía y es que según decían sus coetáneos, Da Vinci fue un mal Chef.

Su primer fracaso fue una casa de comidas que tuvo la desgracia de que, en una pelea de parroquianos, ardió por los cuatro costados. Leonardo no se amilanó y la reabrió con el nombre de "All'insegna delle tre ranocchie di Sandro e Leonardo"("La señal de las tres ranas de Sandro y Leonardo") y teniendo a Sandro Boticelli como socio. Fue otro fiasco. El modo de cocinar de Da Vinci no gustaba a nadie.

 

Ilustración de una cocina de la época.


Leonardo olvida el camino de empresario y busca trabajo presentando este "pequeño curriculum" que él mismo escribe.

"No tengo par en la fabricación de puentes, fortificaciones, catapultas y otros muchos dispositivos secretos que no me atrevo a confiar en este papel. Mis pinturas y esculturas pueden compararse ventajosamente a las de cualquier artista. Soy maestro en contar acertijos y atar nudos. Y hago pasteles que no tienen igual"

 

Inventó el molinillo para pimienta. Este imitando a un faro.

 

Con semejantes referencias el Gran Duque de Milán, Ludovico Sforza (Il Moro) , lo nombra "consejero de fortificaciones y maestro de festejos y banquetes de la corte", encargándole que prepare el menú para el banquete de la boda de su sobrina.Da Vinci hace lo posible por esmerarse y presenta a Ludovico el siguiente menú:

Una anchoa enrollada descansando sobre una rebanada de nabo tallada a semejanza de una rana.

Otra anchoa enroscada alrededor de un brote de col

Una zanahoria, bellamente tallada.

El corazón de una alcachofa

Dos mitades de pepinillo sobre una hoja de lechuga

La pechuga de una curruca

El huevo de un avefría

Los testículos de un cordero con crema fría

La pata de una rana sobre una hoja de diente de león

La pezuña de una oveja hervida, deshuesada.

Cuando comenzaron a servir los platos al Duque para que los probara, este debió de quedarse como nos hemos quedado muchos de nosotros cuando hemos comido en un restaurante de "Nouvelle couisinie", con hambre y preguntándonos que para que sirve tanto plato, si luego no hay más que un par de pequeños montones de origen desconocido.

 

Asador múltiple.

Claramente, a Ludovico no le agradó lo más mínimo lo presentado por Leonardo. El Duque le impone un menú más simple pero contundente y más acorde con los gustos de la época.

600 salchichas de sesos de cerdo de Bolonia

300 zamponi (pata de cerdo rellenas) de Módena

1.200 pasteles redondos de Ferrara

200 terneras, capones y gansos

60 pavos reales, cisnes y garzas reales

Mazapán de Siena

Queso de Gorgonzola que ha de llevar el sello de la Cofradía de Maestros Queseros

La carne picada de Monza

2.000 ostras de Venecia

Macarrones de Génova

Esturión en bastante cantidad

Trufas

Puré de nabos

En vista del "éxito" logrado, Leonardo se propone entonces mejorar las cocinas del palacio haciéndolas más eficientes. Estas son las directrices que se marca:

"En primer lugar, es necesaria una fuente de fuego constante. Además una provisión constante de agua hirviendo. Después un suelo que esté siempre limpio. También aparatos para limpiar, moler, rebanar, pelar y cortar. Además, un ingenio para apartar de la cocina los tufos y hedores y ennoblecerla así con un ambiente dulce y fragante. Y también música, pues los hombres trabajan mejor y más alegremente allí donde hay música. Y, por último, un ingenio para eliminar las ranas de los barriles de agua de beber."

Así que desarrolla una fuente constante de calor para cocinar, agua caliente siempre a disposición, artefacto para pelar, triturar y cortar los varios ingredientes, estudia la manera de eliminar los malos olores y extraer el humo de la cocina, construye el primer extractor de humos. Para tener limpio el piso de la cocina emplea dos bueyes que arrastran un gran cepillo con un chorro de agua . Una toma de agua para apagar los incendios muy comunes en la cocina de entonces. Estos son los dibujos de algunos de estos ingenios.

 

Extractor de humos.
Picador de ajos.
Máquina para hacer pasta.
Picador para vacas (sic)¡¿Sorprendido
Trampa para ranas.

El día del banquete fue un gran desastre. La gente siente pavor ante alguno de sus inventos y los bueyes de limpieza se asustan haciendo sus necesidades por todas partes y aumentando el caos existente.

Después de esto, el Duque Ludovico le "invita gentilmente" a un retiro espiritual en el convento de Santa María de las Gracias en Milán. Además de realizar allí alguna de sus más grandes obras como la de "La última cena", consigue hacerse con el control de la cocina para desgracia de los pobres frailes que son utilizados por Leonardo como conejillos de indias para sus creaciones culinarias. A través del prior, los frailes hacen llegar sus lamentos al duque Ludovico quejándose que se morían de hambre después de dos años que llevaba allí Leonardo preparando sus "horrendos platos".

 

"La última cena". ¿Los platos pintados serán recetas de Leonardo?

Leonardo se traslada al castillo de Cloux en Francia donde moriría años más tarde. Se ignora si efectivamente sus platos eran tan malos como dicen, pero lo que queda claro es que Leonardo Da Vinci, siempre iba muchos pasos por delante del resto del mundo.

 

NOTA ACLARATORIA:

Todo lo que acaba usted de leer, menos algunas referencia biográfica, puede no ser cierto. Las informaciones que desarrollan la exposición sobre Leonardo cocinero están basadas en su mayoría en el "Codex  Romanoff". No es fácil hacer completamente luz sobre la verdadera historia de los genios, de su vida, de sus aficiones, de sus fracasos y de sus padecimientos. Por estos motivos su vida se mezcla con la leyenda. Y una de ésta podría ser el código mencionado. Se dice que es propiedad de una 'reservada' familia italiana, escrito a máquina después de la segunda guerra mundial. En su introducción, el amanuense, un tal Pasquale Pisapia, copia a mano un manuscrito de notas originales de Leonardo da Vinci, depositada el el Museo del Ermitage de San Petersburgo.

 

Más:

http://www.pasqualinonet.com.ar/La%20comida%20genial.htm#Leonardo

http://www.eltiempo.com/participacion/blogs/default/un_articulo.php?id_blog=3393025&id_recurso=350001764

 

Frailes de Armas Tomar

Frailes de Armas Tomar.


Leyendo el libro "Con Ánimo de Ofender" de D. Arturo Perez Reverte, me encuentro con una divertida anécdota sobre tres frailes que tuvieron sus más y sus menos con unos corsarios Turcos. He rebuscado información intentado ampliar la historia y hacer una entrada sobre este suceso, pero no he encontrado más referencia que la de Don Arturo.

Así que, como creo que la historia merece la pena y cualquier intento mío por recontarlo sería para ir a peor, prefiero hacer gala de mi increíble e innata habilidad para el "copy&paste" y plasmar la historia tal cual.

Frailes de Armas Tomar.

De vez en cuando me doy una vuelta por los viejos avisos y relaciones del siglo XVII, aquellas cartas u hojas impresas que, en la época, hacían las veces de periódicos, contando sucesos, hechos bélicos, noticias de la corte y cosas así. Con el tiempo he tenido la suerte de reunir una buena provisión en diversos formatos, y algunas tardes, sobre todo cuando tengo un episodio de Alatriste en perspectiva, suelo darles un repaso para coger tono y ambiente. Su lectura es sugestiva, a veces también desoladora –comprendes que ciertas cosas no han cambiado en cuatro siglos–, y en ocasiones muy divertida. Ése es el caso de una relación con la que di ayer. Está fechada en 1634, y se refiere a la peripecia de tres frailes mercedarios españoles que viajaban frente a la costa de Cerdeña. Me van a permitir que lo cuente, porque no tiene desperdicio.

El barco era pequeño y franchute, llevaba rumbo a Villafranca de Nizo, y a bordo, además de los tres frailes españoles –Miguel de Ramasa, Andrés Coria y Eufemio Melis–, iban el patrón, cuatro marineros y cinco pasajeros. A pocas millas de la costa se les echó encima un bergantín turco –en aquel tiempo se llamaba así a todo corsario musulmán, berberiscos incluidos– haciendo señales de que amainasen vela. El patrón se dispuso a obedecer, argumentando que, siendo francés el barco, podrían negociar con los corsarios y seguir viaje a salvo. Pero los tres frailes, súbditos del rey de España, no veían las cosas con tanto optimismo. Ustedes se escapan de rositas, protestaron, pero nosotros vamos a pagar el pato. Por religiosos y por españoles, pasaremos el resto de nuestras vidas apaleando sardinas al remo de una galera, o cautivos en Argel o Turquía. Así que, de perdidos al río, resolvieron cenar con Cristo antes que en Constantinopla. Que el diálogo de civilizaciones, apuntaron, lo dialogue la madre que los parió. De manera que se remangaron las sotanas, se armaron como pudieron con cuatro chuzos, tres escopetas y tres espadas sin guarnición que había a bordo, y amotinándose contra los tripulantes del barco, los metieron con los cinco pasajeros encerrados bajo cubierta. Después pusieron trapos en torno a las espigas de las espadas para que sirvieran de empuñaduras, y se hicieron una especie de rodelas amarradas al brazo izquierdo con almohadas y cuerdas. Luego se arrodillaron en cubierta y rezaron cuanto sabían. Salve, regina, mater misericordiae. Etcétera.

Ahora, háganme el favor y consideren despacio la escena, que tiene su puntito. Imaginen ese bergantín corsario de doce bancos que se acerca por barlovento. Imaginen a esos feroces turcos, o berberiscos, o lo que fueran –veintisiete, según detalla la relación–, amontonados en la proa y en la regala, blandiendo alfanjes y relamiéndose con la perspectiva, en plan tripulación del capitán Garfio. Imaginen la sonora rechifla del personal cuando se percata de que en la cubierta de la presa no hay más que tres frailes arrodillados y dándose golpes de pecho. Y en ésas, cuando los dos barcos están abarloados y los turcos se disponen a saltar al abordaje, los tres frailes –los supongo jóvenes, o cuajados y correosos, duros, muy de su tiempo– se levantan, largan una escopetada a quemarropa que pone a tres malos mirando a Triana, y luego, gritando como locos Santiago y cierra España, Jesucristo y María Santísima, o sea, llamando en su auxilio al santoral completo y al copón de Bullas, tras embrazar las almohadas como rodelas, se meten en la nave corsaria a mandoble limpio, acuchillando como fieras, dejando a los turcos con la boca abierta, perdón, oiga, vamos a ver, aquí hay un error, los que teníamos que abordar éramos nosotros. Con la cara del Coyote tras caerle encima la caja de caudales que tenía preparada para aplastar al Correcaminos. Y así, en ese plan, dejando la mansedumbre cristiana para días más adecuados, los frailes escabechan en tres minutos a doce malos, que se dice pronto, y otros cinco se tiran al agua, chof, chof, chof, chof, chof, y el resto, con varios heridos, pide cuartel y se rinde después de que fray Miguel Ramasa le atraviese el pecho con un chuzo al arráez corsario, «juntándose los dos tanto, que le alcançó el turco a morder en una mano, y acudiendo fray Andrés Coria le acabó de matar». Con dos cojones.

Ocurrió el 21 de octubre de 1634, día de santa Úrsula y de las Once Mil –una más, una menos– Vírgenes. Y qué quieren que les diga. Me encantan esos tres frailes.

 

Visto en el libro:

"Con Ánimo de Ofender" de D.Arturo Perez Reverte. Artículo de El Semanal 30 Abril de 2006.

Hacer Fortuna como Soldado

Hacer Fortuna como Soldado

 


La vida no era sencilla en la España del siglo XVI y los habitantes de la entonces nación más poderosa del mundo pasaban hambre y penurias. En un país despoblado por las guerras y la conquista de América, la única posibilidad de prosperar para las gentes sencillas era marchar con los conquistadores o alistarse a los tercios. A primera vista, la opción más fácil parece que es marchar a las américas de donde no dejaban de llegar ingentes cantidades de riquezas. Sin embargo, muchos fueron los que optaron por la segunda opción, marchar al norte, a tierras frías y lejanas, rodeados permanentemente de un ambiente y gentes hostiles, donde con toda probabilidad acabarían despanzurrados en algún campo de batalla ... ¿Tan seductor era lo que ofrecía los tercios? ¿Qué posibilidades tenían de hacer fortuna? (NOTA: Si hoy, cualquier españolito de a pie pudiera remontarse varias generaciones atrás en su familia hasta el siglo XVI, es seguro que encontrará uno o varios parientes suyos que estuvieron luchando en los tercios o de conquista por las Américas.)

 

Escudo de oro español.

Lo primero a tener en cuenta es que era relativamente fácil ascender y bastaba destacar un poco y que fueras un poco "echao pa'lante" para que hicieras carrera en los tercios. El grado más bajo en el escalafón era "la pica seca" y su soldada era de 3 escudos de oro al mes, pero como dije con que le echaras arrojo al asunto empezabas a acumular "ventajas" que vienen a ser como "pagas extras". Por ejemplo, si tenías coraza recibías un escudo más (por incentivar la seguridad en el combate). Al arcabucero se le daban tres escudos más para la munición y otro más si "disparaba mucho". Luego los mandos cobraban desde los treinta escudos de un cabo, a los 80 de un maestre de campo, por supuesto, mas las "ventajas" que fueran logrando acumular.

 

Picas secas o piqueros en formación de combate.

Hay que aclarar, que 3 escudos de oro en España no eran gran cosa ya que pesar de las toneladas de riqueza que entraban procedentes de las conquistas, apenas había productos básicos para el consumo por falta de gente que trabajara el campo o desempeñara oficios. Es decir, había mucho dinero pero no en que gastarlo por lo que, lo poco que había, era a precios prohibitivos. Sin embargo, esos tres escudos en el resto de Europa, eran una pequeña fortuna ya que solo los nobles y muy ricos se podían permitir el pagar en oro como hacían nuestros soldados.

Además del sueldo que recibían, los soldados del tercio tenían otras fuentes de ingresos como los prisioneros que eran para quien los capturaba. Lo normal era no hacer prisioneros, pero si alguno de los vencidos antes de ser degollado proclamaba ser rico o noble se le perdonaba la vida a cambio de un rescate. En ocasiones, sobre todo en el Mediterráneo, era el estado quien compraba los prisioneros de cualquier condición pues se necesitaba gente para las galeras. Por este concepto hubo soldados que hicieron buenas fortunas.

Prisioneros en galeras.

También estaba el "despojo" que era el derecho que tenía el soldado de quedarse con todo lo de valor que llevaran sus víctimas. Si tenemos en cuenta que los soldados llevaban con ellos todas las pertenencias que iban rapiñando, el botín así conseguido podía ser muy importante.

Esta práctica causó no pocos problemas pues era habitual que se dejara de luchar para despojar a los caidos. Por esto, el Maestre de Campo podía dar instrucciones antes de la batalla para que se hiciera el "monte" o "montón", esto es que los asistentes de los propios soldados fueran detrás recogiendo todas las riquezas (incluido ropa, por lo que era frecuente que los campos de batalla quedaran cubiertos de cuerpos desnudos). Con el botín se hacía un montón y después de separar una quinta parte para el rey (Quinta real) el resto se repartía equitativamente.

 

Derrota rebelde en las cercanías de Lovaina, septiembre de 1576.

Pero sin duda el "Bonus Pack" para los tercios era el "saqueo" o "saco". Si la plaza a conquistar se resistía en demasía y no se rendía, el Maestre podía ordenar su saqueo cuando fuera conquistada. Cuando esto ocurría significaba carta blanca para arramblar con lo que hubiera en la ciudad y los soldados entraban en ella con un saco al hombro donde guardar el botín. De ahí le viene la expresión "Entrar a saco".

 

Saqueo en Amberes.

Ocurría que en ocasiones las soldadas se retrasaban más de la cuenta y eran costumbre los motines, algunos de ellos muy sonados. Además en esto también mostramos nuestra peculiar manera de ser y aunque parezca incongruente, los motines de los soldados españoles eran un ejemplo de disciplina. Primero se dejaba salir a los oficiales de alto rango para no ponerlos en el compromiso de tener que elegir entre la lealtad al rey o la de sus hombres y luego nombraban a un jefe que tenía poder absoluto y se encargaba de mantener las cosas dentro de un orden. Además, al contrario que el resto de ejércitos que se amotinaban antes de entrar en batalla, los tercios primero luchaban y después se amotinaban. No fuera que se pensaran que lo hacían por no batirse... ¡Y hasta ahí podíamos llegar! :-)

 

Ilustración de un motín de los tercios.

Como se ve, un soldado tenían muchas posibilidades de hacer fortuna, lo que no era tan probable era que viviera para disfrutarlo.

 

 

Visto en el libro:

"La Infantería Legendaria" Fernando Martínez y Jose María Sanchez.

Perros Conquistadores

Perros Conquistadores

 


Durante la conquista de América, los perros también acompañaron a los españoles. Por desgracia, tan noble y leal animal no fue usado para tareas honrosas como la de guardián, rastreador o mensajero. El hombre, siempre fiel a su retorcido instinto, los adiestró para realizar el trabajo sucio y los convirtió en fieros soldados entrenados para atacar ciegamente y sin piedad a una sola orden de su amo. Es triste, pero hasta en eso, estos animales son leales y obedientes.

 

Dogo.

Los perros preferidos fueron grandes ejemplares de mastines, dogos y alanos y la primera vez que se usaron fue casi de casualidad. En 1494, en un avituallamiento en una isla, un grupo de indígenas atacó a los españoles y un único mastín que iba con ellos puso en fuga a todo los atacantes. Desde entonces, estos animales no faltaron en ningún viaje. Hay que tener en cuenta que los únicos perros que conocían los indígenas eran razas pequeñas, mansas y que no sabían ladrar, por eso, es fácil imaginar el terror que pudo provocar la visión de estos enormes perrazos que llevaban collares de clavos al cuello y que iban protegidos con un chaleco acolchado que les defendía de las cuchilladas.

El uso que se hizo de estos perros contra los indios fue cruel y sangriento utilizándolos además de como vanguardia en los ataques, de verdugos que ejecutaban sentencias de muerte e incluso se usaron como puro divertimento organizando luchas entre perros e indios. Bartolomé de las Casas lo denunció ante el Consejo de Indias en varias ocasiones.

 


Hay que aclarar por justicia histórica y por sacudirme un poco el bochorno que siento, que el uso que dieron los conquistadores a los perros siempre ha sido práctica habitual del ser humano a través de la historia. Concretamente, por aquel entonces, los británicos entrenaban a sus perros para capturar negros alzados en Jamaica. El entrenamiento consistía en hacer pasar hambre a los perros y darles de comer con unos monigotes pintados de negro que rellenaban de carne y que tenían que destrozar. Es decir, les hacían creer que los negros eran comida.

También los entrenaron para la captura de esclavos y los enseñaron a sujetar el cuello de la víctima entre sus fauces, pero apretando sólo lo justo para inmovilizarlo. Jamás apretaban si no se lo ordenaba el dueño.

 


Varios son los perros que sus nombres han llegado hasta nosotros. El más famoso de todos fue "Becerrillo" un enorme Alano propiedad de Alonso de Salazar. Becerrillo se hizo famoso sobre todo, además de por su fiereza, por su increíble capacidad de distinguir entre indios aliados y levantiscos. Lo soltaban entre grupos de indígenas y sin equivocarse cogía con sus dientes el brazo del rebelde y tiraba de él, si este se resistía no solía vivir. Decían los indios que preferían enfrentarse a cientos de soldados que a diez hombres con Becerrillo entre ellos.

También cuentan que un día Alonso de Salazar, un canalla miserable sin paliativos, se mofaba de una anciana indígena. Salazar le entregó un mensaje diciéndole que tenía que entregar ese documento a varias leguas de distancia. Cuando la anciana se encontraba a una cierta distancia, Salazar lanzó a Becerrillo contra la mujer para que acabara con ella. Al ver la anciana lo que se le venía encima, se arrodillo y levantó el mensaje diciendo en su lengua. "Señor perro no me haga mal que llevo un mensaje para los cristianos". El perro se detuvo, olisqueó la carta y cuentan que lamió a la anciana dándose media vuelta.

Becerrillo murió en acto de servicio alcanzado por una flecha envenenada. Los españoles mantuvieron su muerte y el lugar de su entierro en secreto pues así siguieron usando la fama del perro para atemorizar a los indios.

Alano.

Famoso fue también un hijo de Becerrillo, "Leoncico". Este animal acompañó a Nuñez de Balboa y seguramente fue el primer perro europeo en ver el océano pacífico.

No todos los perros fueron usados para el combate. Otros muchos cruzaron el charco ayudando en faenas más habituales de su especie como pastores o simple compañía. Algunos incluso cayeron haciendo cosas menos cotidianas, como los que se usaban para que probaran los alimentos desconocidos o los que fueron usados directamente como comida cuando el hambre apretaba.

 

 

 

Visto en el libro:

"El Reverso de la Historia" de Pedro Voltes.

 

Más:

Historia de un Perro "Asesino"

http://www.lablaa.org/blaavirtual/historia/ilustre/ilus265.htm