Báthory. La Condesa Sangrienta
No hay que dejarse engañar por la frágil apariencia de la mujer que nos mira desde el cuadro. Detrás de ese inocente rostro que parece no haber roto un plato en su vida, se esconde la mujer que tiene el triste honor de ser la asesina más cruel y sanguinaria que el mundo haya conocido jamás. Y es que según relata el sumario de su juicio y sacado del diario que ella misma escribía, Erzsébet Báthory, conocida como la "Condesa sangrienta", acabó con la vida de 612 mujeres jóvenes de entre 9 y 26 años para poder bañarse en su sangre y así mantenerse joven eternamente.
Erzsébet(Elizabeth) Bathory nace en 1560 de un matrimonio consanguíneo (entre primos) en una de las familias más poderosas de Hungría. De pequeña sufre ataques epilépticos que posteriormente remiten con la edad. A los 13 años empieza a "dar problemas". Se queda embarazada de un sirviente al que la familia de Elizabeth castran y lo arrojan a los perros. Llegaría a tener el niño aunque se desconoce que fue de él.
Con 15 años se casa con un Conde de 26 años llamado Ferenc y Elizabeth vive con él y su suegra en su castillo. El joven conde no se pasaba mucho tiempo por allí: la mayor parte del tiempo estaba combatiendo en alguna de las muchas guerras de la zona (empalando a sus enemigos sin compasión), lo que le mereció el apodo de "Caballero Negro de Hungría". Existe registro epistolar de cómo Ferenc y Erzsébet intercambiaban información sobre las maneras más apropiadas de castigar a sus sirvientes, esto era normal entre los nobles de la época.
Pero es a la muerte de su marido cuando se comenzaría a conocer su verdadera cara. Para empezar, despidió a su muy odiada suegra del castillo, junto con el resto de la parentela ; las muchachas a las que ésta protegía en esos momentos fueron llevadas a los sótanos y allí recibieron por fin los castigos que, en opinión de Elizabeth, se merecían.
Es por esta época que empiezan a escucharse rumores de que algo muy siniestro ocurre en el castillo. Llegan historias de que la condesa practica la brujería (explícitamente, la magia roja) y para ello utiliza la sangre de muchachas jóvenes. Al parecer todo comenzó cuando una sirvienta cepillaba el pelo a la Condesa y le dio un tirón con el cepillo haciéndole daño. Elizabeth se revolvió y le dio un manotazo que rompió la nariz de la sirviente salpicándola de sangre. Fue entonces cuando creyó notar que, allí donde había caido la sangre, su piel parecía más tersa y que habían desaparecido las arrugas.
Desde entonces su mayor obsesión fue la de encontrar mujeres, cuanto más jóvenes mejor y a ser posible vírgenes, para poder bañarse en su sangre y, por supuesto, también beberla. Las muchachas eran raptadas por algunos de sus colaboradores, tan siniestros como ella, destacando a Dorottya, Ilona y Piroska a quienes se les catalogaba de brujas.
Elizabeth y sus acólitos no se conformaban con desangrar a sus víctimas sino que además éstas eran sometidas a retorcidos suplicios. Como muestra de sus peculiares gustos, este es el relato tomado a una de las pocas chicas que lograron escapar.
"...una joven de doce años llamada Pola logró escapar del castillo de algún modo y buscó ayuda en una villa cercana. Pero Dorka y Helena Jo se enteraron de dónde estaba por los alguaciles, y tomándola por sorpresa en el ayuntamiento, se la llevaron de vuelta al Castillo de Cachtice por la fuerza, escondida en un carro de harina. Vestida sólo con una larga túnica blanca, la condesa Isabel le dio la bienvenida de vuelta al hogar con amabilidad, pero llamaradas de furia salían de sus ojos la pobre ni se imaginaba lo que le esperaba. Con la ayuda de Piroska, Ficzko y Helena Jo, arrancó las ropas de la doceañera y la metieron en una especie de jaula. Esta particular jaula estaba construida como una esfera, demasiado estrecha para sentarse y demasiado baja para estar de pie. Por su [cara] interior, estaba forrada de cuchillas del tamaño de un dedo pulgar. Una vez la muchacha estuvo en el interior, levantaron bruscamente la jaula con la ayuda de una polea. Pola intentó evitar cortarse con las cuchillas, pero Ficzko manipulaba las cuerdas de tal modo que la jaula se balancease de lado a lado, mientras que desde abajo Piroska la punzaba con un largo pincho para que se retorciera de dolor. Un testigo afirmó que Piroska y Ficzko se dieron al trato carnal durante la noche acostados sobre las cuerdas, para obtener un malsano placer del tormento que con cada movimiento padecía la desdichada. El tormento terminó al día siguiente, cuando las carnes de Pola estuvieron despedazadas por el suelo".
(NOTA: Se dice que el aparato de tortura llamado "La doncella de hierro" es un invento de Bathory.)
La condesa, gracias a su privilegiada situación, actuó con cierta impunidad durante algún tiempo. Principalmente porque las víctimas eran siempre mujeres de las clases bajas que desaparecían y nadie preguntaba. Los problemas le llegaron cuando empezó a no encontrar víctimas propicias entre la plebe. Entonces fue cuando comenzaron a desaparecer muchachas de la nobleza y ese sería el error que acabó con la Condesa sangrienta. Las jóvenes nobles si despertaron sospechas entre la gente poderosa y con recursos y el rey ordenó que se iniciara una investigación.
Esto es el relato de lo que encontró el investigador del rey cuando llegó al castillo la Condesa.
"...Lo primero que vieron fue a una sirviente en el cepo del patio, en estado agónico debido a una paliza que le había fracturado todos los huesos de la cadera. Esto era práctica corriente y no les llamó la atención, pero al acceder al interior se encontraron a una chica desangrada en el salón, y otra que aún estaba viva aunque le habían agujereado el cuerpo. En la mazmorra encontraron a una docena que todavía respiraba, algunas de las cuales habían sido perforadas y cortadas en varias ocasiones a lo largo de las últimas semanas. De debajo del castillo exhumaron los cuerpos de 50 muchachas más. Y el diario de Elizabeth contaba día por día sus víctimas, con todo lujo de detalles, hasta sumar un total de 612 jóvenes torturadas y asesinadas. Por todas partes había toneles de ceniza y serrín, usados para recoger la sangre que se vertía tan pródigamente en aquel lugar. Debido a esto, todo el castillo estaba cubierto de manchas oscuras y despedía un tenue olor a podredumbre. Se decía que mientras su esposo estaba fuera, ella mantenía relaciones sexuales con sirvientes de ambos sexos, y se rumoraba que cuando tenia sexo con chicas no era raro que las mordiese salvajemente."
La condesa debido a su condición de noble no podía ser juzgada, pero sus ayudantes fueron juzgados y condenados a muerte (sólo se perdonó a la más joven de las sirvientes de la condesa porque intercedió por ella una de las víctimas). A todos se les decapitó y sus cuerpos fueron quemados excepto a las tres brujas que se les aplicó un castigo especial. Primero les arrancaron los dedos con unas tenazas la rojo vivo y posteriormente arrojadas vivas a una gran hoguera.
La condesa fue encerrada en una mazmorra de su castillo. Tapiaron las puertas y ventanas y dejaron tan solo un pequeño orificio por donde le pasaban la comida. Después de cuatro años de no ver la luz del sol, la condesa sangrienta murió.
Aunque ha quedado constancia del juicio y del diario de Elizabeth Bathory donde se detallan los crímenes, algunos investigadores actuales consideran que estos asesinatos o al menos parte de ellos, fue una complicada trama montada por sus enemigos en una lucha de poder interna.
Página de los descendientes de Elizabeth Bathory.
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7 comentarios
master of puppets -
Davife -
http://www.alpoma.net/tecob/?p=764
orso -
isobel -
La impunidad da cierta confianza y cada vez pide mas horror, lastima que sólo se actúe cuando se ven involucrados las clases altas, como si el resto de seres humanos no llegasen a humanos. Sí, se que eran otros tiempos. Un saludo
Lordvader -
Gallo Pinto por Sergio Vargas -
JAAC -
Los seres (in)humanos siempre son capaces de sorprendernos cuando nos muestran lo peor de sí mismos. Todos tenemos un lado "oscuro", pero hay algunos que son la oscuridad y encima se enorgullecen de serlo.