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Historias con Historia

Luchas Medievales en el siglo XX

Luchas Medievales en el Siglo XX.

 

 

 


Viendo la foto de arriba cualquiera pensaría que se tratan de una serie de mazas medievales. Tal vez del siglo XII o poco más. ¡Pues no! Estas mazas son "mazas de trincheras". Son reales y fueron utilizadas bien entrado el siglo XX. Exactamente ocurrió durante la I Guerra Mundial y ejércitos de todas las partes del mundo hicieron uso de ellas. Concretamente, las de la foto son Italianas.

 

Soldados Austriacos con sus "mazas de trinchera"

Es difícil imaginar lo que debía de ser la vida en las trincheras. Se vivía constantemente bajo fuego enemigo, rodeado de piojos, ratas, barro y eternamente empapado. En ocasiones, el agua les llegaba hasta la cintura donde tenían que permanecer larguísimas horas. (NOTA: Todos sufrían una dolorosa enfermedad llamada "pie de trinchera"). La guerra de trincheras demostró ser más cruel, sanguinaria e inútil de lo que habitualmente son las guerras. Los frentes de guerra que marcaban estas trincheras se estancaban durante meses y ningún bando era capaz de avanzar ni un metro a no ser a costa de un tremendo derroche de vidas.

 

Bombardeo sobre una trinchera Francesa.

 

Este nuevo sistema de guerra originó nuevas formas de pelea e irónicamente en la primera gran guerra moderna, se tuvo que volver a utilizar viejas armas desterradas de los campos de batalla hace muchos años. Se dieron cuenta que en los asaltos a las estrechas trincheras los fusiles, con sus bayonetas caladas, entorpecían más que ayudaban. Por esto se pasó a combatir con machetes y dagas, pero aun así no era suficiente.

 

Daga de trincheras.

 

Se necesitaba algo que noqueara al enemigo al primer golpe y con las dagas eso no siempre ocurría. Así que los soldados empezaron a hacer uso de garrotes y mazas. Al principio se las fabricaban ellos mismos. Eran algo toscas y rudimentarias pero, por su espeluznante aspecto, adivino que debían de ser efectivas.

 



 

En vista de la efectividad de esta "nueva" arma, la mayoría de los ejércitos empezaron a incluir "de serie" mazas entre su equipamiento.

 

Equipamiento para trincheras. Además de la maza, se ven unas granadas de percusión. Tenían que caer de cabeza para estallar.

 

Casi todos regimientos de todos los países las usaron y los modelos son innumerables.

 

Maza Británica.
Maza canadiense.
Alemana.

 

Estas mazas de trincheras no fueron el único "toque retro" de la I Guerra Mundial. Algunas divisiones hicieron uso de armaduras.

Eran de hierro, pesaban unos 11 kg. y simplemente se "colgaba" de los hombros por la parte delantera o por la espalda.

 


 

Lo usaron varios países y Alemania llegó a fabricar unas 500.000... que terminaron como chatarra. Resultaron ser demasiado pesadas e incomodas entre el barro de las trincheras y ante la potencia de fuego existente, sus beneficios dejaban mucho que desear.

 


 

También las tripulaciones de los tanques usaban unas protecciones especiales hechas con cota de malla. Sí... la cota de malla invento de los Celtas y que ha estado en los campos de batalla desde hace más de 3.000 años. (NOTA: Este será la última vez que la cota de malla se incluye en el equipamento de ningún ejército.).

Se usaban para protegerse de las esquirlas que saltaban cuando disparaban los cañones del tanque.

 


 

Los americanos hicieron también sus pinitos e idearon un casco basado en el diseño de un casco de gladiador.

 



 

Es sólo un prototipo, nunca llegó a usarse.

 

Visto en:

http://www.granguerra.crearforo.com/mazas-de-guerra-de-vuelta-a-la-edad-media-es262.html

Báthory. La Condesa Sangrienta

 

Báthory. La Condesa Sangrienta.
 
Erzsébet Báthory.

No hay que dejarse engañar por la frágil apariencia de la mujer que nos mira desde el cuadro. Detrás de ese inocente rostro que parece no haber roto un plato en su vida, se esconde la mujer que tiene el triste honor de ser la asesina más cruel y sanguinaria que el mundo haya conocido jamás. Y es que según relata el sumario de su juicio y sacado del diario que ella misma escribía, Erzsébet Báthory, conocida como la "Condesa sangrienta", acabó con la vida de 612 mujeres jóvenes de entre 9 y 26 años para poder bañarse en su sangre y así mantenerse joven eternamente.

Erzsébet(Elizabeth) Bathory nace en 1560 de un matrimonio consanguíneo (entre primos) en una de las familias más poderosas de Hungría. De pequeña sufre ataques epilépticos que posteriormente remiten con la edad. A los 13 años empieza a "dar problemas". Se queda embarazada de un sirviente al que la familia de Elizabeth castran y lo arrojan a los perros. Llegaría a tener el niño aunque se desconoce que fue de él.

Con 15 años se casa con un Conde de 26 años llamado Ferenc y Elizabeth vive con él y su suegra en su castillo. El joven conde no se pasaba mucho tiempo por allí: la mayor parte del tiempo estaba combatiendo en alguna de las muchas guerras de la zona (empalando a sus enemigos sin compasión), lo que le mereció el apodo de "Caballero Negro de Hungría". Existe registro epistolar de cómo Ferenc y Erzsébet intercambiaban información sobre las maneras más apropiadas de castigar a sus sirvientes, esto era normal entre los nobles de la época.


Pero es a la muerte de su marido cuando se comenzaría a conocer su verdadera cara. Para empezar, despidió a su muy odiada suegra del castillo, junto con el resto de la parentela ; las muchachas a las que ésta protegía en esos momentos fueron llevadas a los sótanos y allí recibieron por fin los castigos que, en opinión de Elizabeth, se merecían.

Es por esta época que empiezan a escucharse rumores de que algo muy siniestro ocurre en el castillo. Llegan historias de que la condesa practica la brujería (explícitamente, la magia roja) y para ello utiliza la sangre de muchachas jóvenes. Al parecer todo comenzó cuando una sirvienta cepillaba el pelo a la Condesa y le dio un tirón con el cepillo haciéndole daño. Elizabeth se revolvió y le dio un manotazo que rompió la nariz de la sirviente salpicándola de sangre. Fue entonces cuando creyó notar que, allí donde había caido la sangre, su piel parecía más tersa y que habían desaparecido las arrugas.

Desde entonces su mayor obsesión fue la de encontrar mujeres, cuanto más jóvenes mejor y a ser posible vírgenes, para poder bañarse en su sangre y, por supuesto, también beberla. Las muchachas eran raptadas por algunos de sus colaboradores, tan siniestros como ella, destacando a Dorottya, Ilona y Piroska a quienes se les catalogaba de brujas.

Elizabeth y sus acólitos no se conformaban con desangrar a sus víctimas sino que además éstas eran sometidas a retorcidos suplicios. Como muestra de sus peculiares gustos, este es el relato tomado a una de las pocas chicas que lograron escapar.

"...una joven de doce años llamada Pola logró escapar del castillo de algún modo y buscó ayuda en una villa cercana. Pero Dorka y Helena Jo se enteraron de dónde estaba por los alguaciles, y tomándola por sorpresa en el ayuntamiento, se la llevaron de vuelta al Castillo de Cachtice por la fuerza, escondida en un carro de harina. Vestida sólo con una larga túnica blanca, la condesa Isabel le dio la bienvenida de vuelta al hogar con amabilidad, pero llamaradas de furia salían de sus ojos la pobre ni se imaginaba lo que le esperaba. Con la ayuda de Piroska, Ficzko y Helena Jo, arrancó las ropas de la doceañera y la metieron en una especie de jaula. Esta particular jaula estaba construida como una esfera, demasiado estrecha para sentarse y demasiado baja para estar de pie. Por su [cara] interior, estaba forrada de cuchillas del tamaño de un dedo pulgar. Una vez la muchacha estuvo en el interior, levantaron bruscamente la jaula con la ayuda de una polea. Pola intentó evitar cortarse con las cuchillas, pero Ficzko manipulaba las cuerdas de tal modo que la jaula se balancease de lado a lado, mientras que desde abajo Piroska la punzaba con un largo pincho para que se retorciera de dolor. Un testigo afirmó que Piroska y Ficzko se dieron al trato carnal durante la noche acostados sobre las cuerdas, para obtener un malsano placer del tormento que con cada movimiento padecía la desdichada. El tormento terminó al día siguiente, cuando las carnes de Pola estuvieron despedazadas por el suelo".

(NOTA: Se dice que el aparato de tortura llamado "La doncella de hierro" es un invento de Bathory.)

 

Dama de hierro y cepos.

 

La condesa, gracias a su privilegiada situación, actuó con cierta impunidad durante algún tiempo. Principalmente porque las víctimas eran siempre mujeres de las clases bajas que desaparecían y nadie preguntaba. Los problemas le llegaron cuando empezó a no encontrar víctimas propicias entre la plebe. Entonces fue cuando comenzaron a desaparecer muchachas de la nobleza y ese sería el error que acabó con la Condesa sangrienta. Las jóvenes nobles si despertaron sospechas entre la gente poderosa y con recursos y el rey ordenó que se iniciara una investigación.

 

Castillo de la condesa Bathory en la actualidad.

 

Esto es el relato de lo que encontró el investigador del rey cuando llegó al castillo la Condesa.

"...Lo primero que vieron fue a una sirviente en el cepo del patio, en estado agónico debido a una paliza que le había fracturado todos los huesos de la cadera. Esto era práctica corriente y no les llamó la atención, pero al acceder al interior se encontraron a una chica desangrada en el salón, y otra que aún estaba viva aunque le habían agujereado el cuerpo. En la mazmorra encontraron a una docena que todavía respiraba, algunas de las cuales habían sido perforadas y cortadas en varias ocasiones a lo largo de las últimas semanas. De debajo del castillo exhumaron los cuerpos de 50 muchachas más. Y el diario de Elizabeth contaba día por día sus víctimas, con todo lujo de detalles, hasta sumar un total de 612 jóvenes torturadas y asesinadas. Por todas partes había toneles de ceniza y serrín, usados para recoger la sangre que se vertía tan pródigamente en aquel lugar. Debido a esto, todo el castillo estaba cubierto de manchas oscuras y despedía un tenue olor a podredumbre. Se decía que mientras su esposo estaba fuera, ella mantenía relaciones sexuales con sirvientes de ambos sexos, y se rumoraba que cuando tenia sexo con chicas no era raro que las mordiese salvajemente."

La condesa debido a su condición de noble no podía ser juzgada, pero sus ayudantes fueron juzgados y condenados a muerte (sólo se perdonó a la más joven de las sirvientes de la condesa porque intercedió por ella una de las víctimas). A todos se les decapitó y sus cuerpos fueron quemados excepto a las tres brujas que se les aplicó un castigo especial. Primero les arrancaron los dedos con unas tenazas la rojo vivo y posteriormente arrojadas vivas a una gran hoguera.

 

Torre donde fue encerrada la Condesa.

 

La condesa fue encerrada en una mazmorra de su castillo. Tapiaron las puertas y ventanas y dejaron tan solo un pequeño orificio por donde le pasaban la comida. Después de cuatro años de no ver la luz del sol, la condesa sangrienta murió.

 

Agujero por donde cuentan le pasaban la comida.

 

Aunque ha quedado constancia del juicio y del diario de Elizabeth Bathory donde se detallan los crímenes, algunos investigadores actuales consideran que estos asesinatos o al menos parte de ellos, fue una complicada trama montada por sus enemigos en una lucha de poder interna.

Página de los descendientes de Elizabeth Bathory.

Más:

http://es.wikipedia.org/wiki/Erzs%C3%A9bet_B%C3%A1thory

Los ÍBeros. Es decir... nosotros

Los Íberos. Es decir... Nosotros.

 

 


 

En el año 29 ad.C un geógrafo e historiador Griego llamado Estrabón escribió una obra llamada Geographiká (Geografía) y en ella, a través de varios libros que han llegado hasta nuestros días, hace una detallada descripción de los lugares y pueblos de lo que era entonces el "mundo conocido".

Estrabón. (63-19 ad.C)

Entre estos escritos se encuentra uno con el título de "Iberia" y en él se describe tanto la geografía, como a los habitantes de aquella inhóspita y casi desconocida península antes de la llegada de los romanos. Sorprende un poco descubrir como se vivía por aquí hace casi 3.000 años y sólo añadiría, que de lo escrito por Estrabón... "cualquier parecido con la actualidad es pura coincidencia". Sonriente

Europa según Estrabón.

Según cuenta el sabio Griego los Íberos eran de mediana estatura, morenos y enjutos; muy caballerosos, leales, de carácter indomable y muy buenos guerreros aunque también eran "indolentes, perezosos y odiaban todo lo extranjero". !Vaya... Ya empezamos¡ Con lo bien que había comenzado. :-)

A los guerreros los describe así:

"... Los Íberos son muy guerreros, son Petastas (soldados de a pie) usan la jabalina, la honda, y el puñal. La infantería lucha junto a la caballería. Dos guerreros montan un mismo caballo, uno se baja y combate a pie. Los caballos saben ponerse de rodillas cuando se les ordena..."

Guerrero Íbero con una Falcata .

De las mujeres dice:

"... Las mujeres trabajan la tierra y paren en el mismo campo, bajo un árbol y luego siguen trabajando..." ; "... El esposo es el que dota a la mujer y son la hijas quienes heredan y eligen las esposas para sus hermanos..." Y añade: "... tales costumbres apuntan a una ginecocracia que no puede llamarse civilizada..."

Sobre su vestimenta describe: "...Algunas mujeres se ponen sobre la cabeza una varilla de un pie de altura, alrededor de la cual entrelazan los cabellos y luego los cubren con su velo negro..." ¿Describe una peineta?.

La Dama de Elche. La más conocida representación del arte Íbero.

Más cosas que cuenta Estrabón sobre los Íberos:

"... Arrojan desde lo alto de las rocas a los condenados a muerte, lapidan a los parricidas y exponen a los enfermos en los caminos , para que puedan recibir los consejos de los viajeros que hayan tenido la misma enfermedad..." ¿El principio de la Seguridad Social?

También cuenta que casi todos los pueblos de Iberia se sirven de la escritura "... la cual no es uniforme, porque no hablan los habitantes las mismas lenguas" y también es corriente el uso de monedas.

Moneda Íbera.

Hasta ahora estos eran algunos rasgos comunes de todos los Íberos, pero también describe particularidades de algunos pueblos en concreto.

"... Los más cultos de los Íberos son los Turtedanos (Tartesios) " "...Los Turtedanos tienen muchos ríos salados (marismas del Guadalquivir) por lo que han desarrollado la industria del salazón". "... En la Turtedania no hay animales dañinos a excepción de las liebres que es una plaga que afecta a toda la península."

Distribución de los pueblos en la península prerromana.

"... De los pueblos de la Lusitania, el de más al sur es el de los Oretanos, más arriba los Carpetanos, más al norte los Vetones y los Vacceos y, finalmente, los Galaicos; estos últimos muy valientes..."

"...Los Galaicos están junto a los Astures y luego viene la zona montañosa, situada entre el Tajo y el mar que la ocupan unos 30 pueblos que hasta la llegada de los Romanos se dedicaban al bandidaje y a las luchas continuas entre ellos y sus vecinos."

Escritura Íbera.

"... Los montañeses Cántabros son sobrios. No beben más que agua y duermen en el suelo. Llevan los cabellos largos, pero cuando combaten se los recogen con una banda... Se alimentan dos tercios del año con bellotas y cuando tienen vino -pocas veces- se lo beben rápidamente en festines familiares."

Respecto a los Íberos de las Baleares, dice: "Los moradores son de carácter pacífico... Antes iban a la guerra sin cinturón (?) y con los brazos protegidos por una piel de cabra, armados con una jabalina... Son diestros en el manejos de la Honda de las que usan tres de diferentes tamaños, que se ponen en la cabeza, y las utilizan para larga , media o corta distancia, según su tamaño. Desde niños se acostumbran a manejarlas y es costumbre que los padres nieguen el pan a sus hijos hasta que no den por lo menos una vez en el blanco elegido...."

Habría que aclarar que aunque Estrabón hizo numerosos viajes, nunca pisó la península y que todo lo basa en relatos anteriores a él. Aún así, no deja de ser una fuente histórica de primer orden.

 

Visto en el libro:

"Historia de Aquí" de Forges.

Una estupenda manera de aprender historia.

El Espíritu de Dunkerque

 

El Espíritu de Dunkerque.
 

En 1940 el ejército de Hitler continuaba con su imparable avance por Europa. En unas pocas semanas, la implacable maquinaria bélica nazi había arrollado toda resistencia en Francia y Bélgica y había logrado arrinconar a varios cientos de miles de soldados aliados en las playas de Dunkerque. Allí, estos soldados, trataban de resistir desesperadamente confiando en un contraataque francés desde el sur que nunca llegó.

 

Playa de Dunkerque.

Cuando los divisiones acorazadas Alemanas estaban a punto de romper esa bolsa de resistencia, ocurrió algo que aún hoy en día no tiene una explicación clara. Incomprensiblemente, Hitler ordenó en el último momento, detener el avance de sus tropas. No se sabe si fue un extraño gesto de "honor" por no querer humillar así a su enemigo o tal vez (lo más probable) una llamada que recibió de Goering (mariscal del aire) que le prometía "acabar con el trabajo" con sus aviones de la Luftwaffe .

Soldados británicos tratando de repeler un ataque aéreo.

El caso es que en esos tres días de indecisión que los acorazados Alemanes estuvieron parados, los aliados pudieron organizar un frente defensivo contra el avance Alemán, a la vez que en Inglaterra se ponía en marcha la "Operación Dynamo" . Llamada así por Churchill porque en la habitación del cuartel donde se planificó, estaba instalada la dinamo que proveía de electricidad al edificio.

 


La operación Dynamo consistía en un plan para evacuar a 50.000 soldados Británicos en tres días, lo que ocurrió es que el plan inicial hubo que variarlo. El espectáculo en las playas de Dunkerque era dantesco. En sus arenas se amontonaban más de 400.000 soldados entre británicos, franceses y belgas, que soportaban como podían los bombardeos de la artillería alemana y los temibles picados de los Stukas (Avión especificamente diseñado para el ataque en picado) que barrían la playa con sus ametralladoras causando estragos.

Stuka en un acción en picado.

Churchill cambió la orden de dar preferencia a la evacuación de los británicos y ordenó que se rescatara a todo el mundo posible. También mandó al grueso de la flota de cazas de la RAF para que evitaran las acciones de los aviones alemanes. El papel de la RAF, quienes en pocos días efectuaron casi 3.000 salidas, y como reconocería Churchill más tarde, fue vital y salvaron incontables vidas, aunque el coste en aviones fue muy alto, se perdieron 477 contra los 132 de la Luftwaffe . También se enviaron varios buques de gran tonelaje y otras embarcaciones menores para evacuar a todos los soldados posibles.

Embarcando bajo fuego enemigo.

Pero había otro problemas más. A la mayoría de los barcos enviados les resultaba muy difícil acercarse a las playas por tener mucho calado además del riesgo de someterse al intenso fuego artillero. Entonces ocurrió algo que posteriormente sería llamado el "milagro de los barcos pequeños" o también el "espiritu de Dunkerque". Una ola de solidaridad recorrió los puertos británicos y todo tipo de pequeñas embarcaciones (pesqueros, barcazas, yates) de poco calado y más difíciles de alcanzar con las bombas, se lanzaron a las playas donde empezaron a realizar viajes desde la orilla a los grandes barcos donde dejaban a los soldados rescatados.


El día 4 de Junio salió el último barco y el resultado final fue bastante exitoso. De los 50.000 previstos, al final se logró evacuar un total de 333.872 soldados ( 215.787 británicos y 123.095 belgas y franceses) en tan solo ocho días. Aunque no se pudo rescatar a unos 30.000 soldados que quedaron en las playas y que fueron hechos prisioneros. Varios destructores aliados fueron hundidos y también quedó abandonado una gran cantidad de material militar, entre lo que se encontraban 100 de los 300 tanques totales que en aquel entonces disponía el ejercito Británico.

 

Playa después de la evacuación.

Este pequeño vídeo de apenas tres minutos, es muy ilustrativo de lo ocurrido en Dunkerque.

El balance de Dunkerque es dispar según el bando. Para Hitler y a pesar de lo que pueda parecer, fue una derrota. Su gran error de no "rematar la faena" lo acabaría pagando a medio plazo y se considera que "en términos de estrategia bélica global, Hitler sufrió la más humillante de las derrotas en Dunkerque". Los franceses lo consideran directamente una gran derrota sin paliativos y aún sienten algo de rencor contra los ingleses pues se sintieron maltratados durante la operación de evacuación. Y los Ingleses, con su peculiar forma de enfocar sus derrotas, lo convirtieron en una victoria y el llamado "Espíritu de Dunkerque" se recordará en numerosas situaciones para subir la moral de las tropas. (NOTA:La historia del "milagro de los barcos pequeños" está algo exagerada ya que apenas un 20% de los soldados rescatados lo hicieron en estos barcos. Pero ya se sabe como son los hijos de la pérfida Albión para estas cosas).

Incluso Churchill tuvo que poner algo de freno a tanta exaltación y en un discurso en la cámara de los comunes llegó a decir:

"Debemos de ser cuidadosos de no atribuir a estos sucesos los atributos de una victoria. Las guerras no se han ganado con evacuaciones"

 

 

Visto en el libro:

"Biblioteca OSPREY de la II Guerra Mundial" RBA Coleccionables.

Excelente colección sobre la II Guerra mundial con gran cantidad de fotos e ilustracciones.

 

El Fracaso de Da Vinci

El Fracaso de Da Vinci.

 

De Leonardo Da Vinci se podría decir, sin temor a equivocarse, que ha sido la persona con los más variados talentos de la historia. Fue arquitecto, pintor, escultor, inventor, ingeniero... desenvolviéndose en todos ellos con particular maestría. Pero hubo una disciplina en la que fracasó estrepitosamente a pesar de sentir verdadera pasión por ella. Se trata de la gastronomía y es que según decían sus coetáneos, Da Vinci fue un mal Chef.

Su primer fracaso fue una casa de comidas que tuvo la desgracia de que, en una pelea de parroquianos, ardió por los cuatro costados. Leonardo no se amilanó y la reabrió con el nombre de "All'insegna delle tre ranocchie di Sandro e Leonardo"("La señal de las tres ranas de Sandro y Leonardo") y teniendo a Sandro Boticelli como socio. Fue otro fiasco. El modo de cocinar de Da Vinci no gustaba a nadie.

 

Ilustración de una cocina de la época.


Leonardo olvida el camino de empresario y busca trabajo presentando este "pequeño curriculum" que él mismo escribe.

"No tengo par en la fabricación de puentes, fortificaciones, catapultas y otros muchos dispositivos secretos que no me atrevo a confiar en este papel. Mis pinturas y esculturas pueden compararse ventajosamente a las de cualquier artista. Soy maestro en contar acertijos y atar nudos. Y hago pasteles que no tienen igual"

 

Inventó el molinillo para pimienta. Este imitando a un faro.

 

Con semejantes referencias el Gran Duque de Milán, Ludovico Sforza (Il Moro) , lo nombra "consejero de fortificaciones y maestro de festejos y banquetes de la corte", encargándole que prepare el menú para el banquete de la boda de su sobrina.Da Vinci hace lo posible por esmerarse y presenta a Ludovico el siguiente menú:

Una anchoa enrollada descansando sobre una rebanada de nabo tallada a semejanza de una rana.

Otra anchoa enroscada alrededor de un brote de col

Una zanahoria, bellamente tallada.

El corazón de una alcachofa

Dos mitades de pepinillo sobre una hoja de lechuga

La pechuga de una curruca

El huevo de un avefría

Los testículos de un cordero con crema fría

La pata de una rana sobre una hoja de diente de león

La pezuña de una oveja hervida, deshuesada.

Cuando comenzaron a servir los platos al Duque para que los probara, este debió de quedarse como nos hemos quedado muchos de nosotros cuando hemos comido en un restaurante de "Nouvelle couisinie", con hambre y preguntándonos que para que sirve tanto plato, si luego no hay más que un par de pequeños montones de origen desconocido.

 

Asador múltiple.

Claramente, a Ludovico no le agradó lo más mínimo lo presentado por Leonardo. El Duque le impone un menú más simple pero contundente y más acorde con los gustos de la época.

600 salchichas de sesos de cerdo de Bolonia

300 zamponi (pata de cerdo rellenas) de Módena

1.200 pasteles redondos de Ferrara

200 terneras, capones y gansos

60 pavos reales, cisnes y garzas reales

Mazapán de Siena

Queso de Gorgonzola que ha de llevar el sello de la Cofradía de Maestros Queseros

La carne picada de Monza

2.000 ostras de Venecia

Macarrones de Génova

Esturión en bastante cantidad

Trufas

Puré de nabos

En vista del "éxito" logrado, Leonardo se propone entonces mejorar las cocinas del palacio haciéndolas más eficientes. Estas son las directrices que se marca:

"En primer lugar, es necesaria una fuente de fuego constante. Además una provisión constante de agua hirviendo. Después un suelo que esté siempre limpio. También aparatos para limpiar, moler, rebanar, pelar y cortar. Además, un ingenio para apartar de la cocina los tufos y hedores y ennoblecerla así con un ambiente dulce y fragante. Y también música, pues los hombres trabajan mejor y más alegremente allí donde hay música. Y, por último, un ingenio para eliminar las ranas de los barriles de agua de beber."

Así que desarrolla una fuente constante de calor para cocinar, agua caliente siempre a disposición, artefacto para pelar, triturar y cortar los varios ingredientes, estudia la manera de eliminar los malos olores y extraer el humo de la cocina, construye el primer extractor de humos. Para tener limpio el piso de la cocina emplea dos bueyes que arrastran un gran cepillo con un chorro de agua . Una toma de agua para apagar los incendios muy comunes en la cocina de entonces. Estos son los dibujos de algunos de estos ingenios.

 

Extractor de humos.
Picador de ajos.
Máquina para hacer pasta.
Picador para vacas (sic)¡¿Sorprendido
Trampa para ranas.

El día del banquete fue un gran desastre. La gente siente pavor ante alguno de sus inventos y los bueyes de limpieza se asustan haciendo sus necesidades por todas partes y aumentando el caos existente.

Después de esto, el Duque Ludovico le "invita gentilmente" a un retiro espiritual en el convento de Santa María de las Gracias en Milán. Además de realizar allí alguna de sus más grandes obras como la de "La última cena", consigue hacerse con el control de la cocina para desgracia de los pobres frailes que son utilizados por Leonardo como conejillos de indias para sus creaciones culinarias. A través del prior, los frailes hacen llegar sus lamentos al duque Ludovico quejándose que se morían de hambre después de dos años que llevaba allí Leonardo preparando sus "horrendos platos".

 

"La última cena". ¿Los platos pintados serán recetas de Leonardo?

Leonardo se traslada al castillo de Cloux en Francia donde moriría años más tarde. Se ignora si efectivamente sus platos eran tan malos como dicen, pero lo que queda claro es que Leonardo Da Vinci, siempre iba muchos pasos por delante del resto del mundo.

 

NOTA ACLARATORIA:

Todo lo que acaba usted de leer, menos algunas referencia biográfica, puede no ser cierto. Las informaciones que desarrollan la exposición sobre Leonardo cocinero están basadas en su mayoría en el "Codex  Romanoff". No es fácil hacer completamente luz sobre la verdadera historia de los genios, de su vida, de sus aficiones, de sus fracasos y de sus padecimientos. Por estos motivos su vida se mezcla con la leyenda. Y una de ésta podría ser el código mencionado. Se dice que es propiedad de una 'reservada' familia italiana, escrito a máquina después de la segunda guerra mundial. En su introducción, el amanuense, un tal Pasquale Pisapia, copia a mano un manuscrito de notas originales de Leonardo da Vinci, depositada el el Museo del Ermitage de San Petersburgo.

 

Más:

http://www.pasqualinonet.com.ar/La%20comida%20genial.htm#Leonardo

http://www.eltiempo.com/participacion/blogs/default/un_articulo.php?id_blog=3393025&id_recurso=350001764

 

Dos han Luchado y Ambos han Vencido

Dos han Luchado y Ambos han Vencido.

Ocurrió el verano del año 80 d.C.. Era el primero de los cien días que iban a durar los grandes juego por motivo de la inauguración del Coliseo. El emperador Tito se jugaba mucho pues su popularidad pasaba por uno de sus momentos más bajos. Desde que subió al poder tras la muerte de su padre, el emperador Vespasiano , varias desdichas habían caído sobre Roma. Primero, dos ciudades llamadas Pompeya y Herculano habían desaparecido al explotar una montaña, hecho desconocido hasta a fecha. Luego la peste azotó a la ciudad de Roma y para rematarlo, un descomunal incendio destruye gran parte de la ciudad.

 


Tito quería que aquellos juegos, que inaugurarían el mayor anfiteatro del mundo, fueran un bálsamo para su sufrido pueblo y por ello fueron invitadas todas las familias Romanas (aunque luego se separaban pues las mujeres se situaban en la zona más alta de las gradas). La primera sesión, la de la mañana, consistía en un espectáculo con bestias y por ello en mitad de la arena habían reunido cientos de prisioneros semidesnudos y asustados. Abrieron las puertas para que salieran las fieras y el asunto no empezó demasiado bien. No se sabe si los animales, por culpa de la algarabía, estaban más asustados que los reos o que estaban tan maltratados que apenas sabían por donde andaban, el caso es que ninguna de ellas reaccionó como se esperaba y tuvieron que devolver a la mayoría de los presos a sus celdas. El emperador ordenó que sacaran a la arena al bestiario encargado de aquellas fieras y allí mismo fue ejecutado bajo la espada de un legionario.

 

Tito Flavio.

Tito veía que no espantaba su mala suerte y que el pueblo estaba cada vez más encolerizado, así que decidió echar el resto. Mandó que en la sesión de la tarde se organizara una gran pelea entre gladiadores poniendo a luchar, al mismo tiempo, a más de cien de ellos sobre la arena. El ambiente se fue caldeando y la sangre comenzó a correr en abundancia. La gente cada vez quería más y eran ellos quienes decidían quien moría y quien vivía, pues Tito se plegó a sus deseos. Aquella tarde murieron un gran número de gladiadores, muchos más de los habituales, pues lo normal es que los combates no fueran a muerte (los gladiadores eran muy caros) pero Tito quería conquistar a su gente y lo estaba consiguiendo.

 

Después del baño de sangre, el emperador aún guardaba una sorpresa. Había separado a los dos mejores gladiadores del momento para que se enfrentaran en una gran pelea final.

Eran dos antiguos esclavos que habían hecho gladiadores. Uno era Vero de Moesia y el otro un Celta llamado Prisco , dos grandes amigos que no sabían que se iban a enfrentar hasta que se vieron cara a cara en la arena. Al principio se asombraron al verse, pero como grandes profesionales en lo suyo, comenzaron a batirse como si la vida le fuera en ello y es que le iba, pues el emperador quería que este combate también fuera a muerte.

El combate se alargaba y ninguno de los dos contendientes daba su brazo a torcer. Tanto es así, que el público comenzó a pedir que se diera la lucha por empatada. Tito no sólo no hizo caso a esa petición sino que endureció el modo de pelear. El poeta Marcial , testigo de excepción del espectáculo lo cuenta así:

"Prolongando el combate Prisco, prolongándolo Vero y estando igualado el valor de ambos durante mucho tiempo, se pidió reiteradamente y a grandes voces que se licenciase a los dos combatientes; pero el César mismo se atuvo a su propia norma: la norma era luchar, dejando los escudos, hasta que uno de ellos levantase el dedo. Sólo hizo lo permitido: les dio varias veces fuentes de alimentos y regalos."

 

Poeta Marcial.

Siguieron luchando sin escudos y hasta sin espadas cuando estas se rompieron pasando a pelear con los puños, pero ninguno vencía ni ninguno se rendía hasta que, casi al anochecer...

"Sin embargo se llegó al fin de un combate igualado: lucharon iguales, se rindieron a la par. El César envió a uno y a otro el bastón de la licencia y a uno y otro las palmas de la victoria. Tal fue el premio de su valor denodado. Un hecho semejante no se había visto sino en tu reinado, oh César: que luchando dos, quedaron vencedores ambos."

Ambos fueron liberados de su condición de esclavos, su pelea se convirtió en la más famosa del mundo romano y ellos, desde entonces, fueron considerados los mejores gladiadores que jamas hubo en Roma. También Tito logró su objetivo pues finalmente es recordado como uno de los emperadores más populares del imperio Romano.

Frailes de Armas Tomar

Frailes de Armas Tomar.


Leyendo el libro "Con Ánimo de Ofender" de D. Arturo Perez Reverte, me encuentro con una divertida anécdota sobre tres frailes que tuvieron sus más y sus menos con unos corsarios Turcos. He rebuscado información intentado ampliar la historia y hacer una entrada sobre este suceso, pero no he encontrado más referencia que la de Don Arturo.

Así que, como creo que la historia merece la pena y cualquier intento mío por recontarlo sería para ir a peor, prefiero hacer gala de mi increíble e innata habilidad para el "copy&paste" y plasmar la historia tal cual.

Frailes de Armas Tomar.

De vez en cuando me doy una vuelta por los viejos avisos y relaciones del siglo XVII, aquellas cartas u hojas impresas que, en la época, hacían las veces de periódicos, contando sucesos, hechos bélicos, noticias de la corte y cosas así. Con el tiempo he tenido la suerte de reunir una buena provisión en diversos formatos, y algunas tardes, sobre todo cuando tengo un episodio de Alatriste en perspectiva, suelo darles un repaso para coger tono y ambiente. Su lectura es sugestiva, a veces también desoladora –comprendes que ciertas cosas no han cambiado en cuatro siglos–, y en ocasiones muy divertida. Ése es el caso de una relación con la que di ayer. Está fechada en 1634, y se refiere a la peripecia de tres frailes mercedarios españoles que viajaban frente a la costa de Cerdeña. Me van a permitir que lo cuente, porque no tiene desperdicio.

El barco era pequeño y franchute, llevaba rumbo a Villafranca de Nizo, y a bordo, además de los tres frailes españoles –Miguel de Ramasa, Andrés Coria y Eufemio Melis–, iban el patrón, cuatro marineros y cinco pasajeros. A pocas millas de la costa se les echó encima un bergantín turco –en aquel tiempo se llamaba así a todo corsario musulmán, berberiscos incluidos– haciendo señales de que amainasen vela. El patrón se dispuso a obedecer, argumentando que, siendo francés el barco, podrían negociar con los corsarios y seguir viaje a salvo. Pero los tres frailes, súbditos del rey de España, no veían las cosas con tanto optimismo. Ustedes se escapan de rositas, protestaron, pero nosotros vamos a pagar el pato. Por religiosos y por españoles, pasaremos el resto de nuestras vidas apaleando sardinas al remo de una galera, o cautivos en Argel o Turquía. Así que, de perdidos al río, resolvieron cenar con Cristo antes que en Constantinopla. Que el diálogo de civilizaciones, apuntaron, lo dialogue la madre que los parió. De manera que se remangaron las sotanas, se armaron como pudieron con cuatro chuzos, tres escopetas y tres espadas sin guarnición que había a bordo, y amotinándose contra los tripulantes del barco, los metieron con los cinco pasajeros encerrados bajo cubierta. Después pusieron trapos en torno a las espigas de las espadas para que sirvieran de empuñaduras, y se hicieron una especie de rodelas amarradas al brazo izquierdo con almohadas y cuerdas. Luego se arrodillaron en cubierta y rezaron cuanto sabían. Salve, regina, mater misericordiae. Etcétera.

Ahora, háganme el favor y consideren despacio la escena, que tiene su puntito. Imaginen ese bergantín corsario de doce bancos que se acerca por barlovento. Imaginen a esos feroces turcos, o berberiscos, o lo que fueran –veintisiete, según detalla la relación–, amontonados en la proa y en la regala, blandiendo alfanjes y relamiéndose con la perspectiva, en plan tripulación del capitán Garfio. Imaginen la sonora rechifla del personal cuando se percata de que en la cubierta de la presa no hay más que tres frailes arrodillados y dándose golpes de pecho. Y en ésas, cuando los dos barcos están abarloados y los turcos se disponen a saltar al abordaje, los tres frailes –los supongo jóvenes, o cuajados y correosos, duros, muy de su tiempo– se levantan, largan una escopetada a quemarropa que pone a tres malos mirando a Triana, y luego, gritando como locos Santiago y cierra España, Jesucristo y María Santísima, o sea, llamando en su auxilio al santoral completo y al copón de Bullas, tras embrazar las almohadas como rodelas, se meten en la nave corsaria a mandoble limpio, acuchillando como fieras, dejando a los turcos con la boca abierta, perdón, oiga, vamos a ver, aquí hay un error, los que teníamos que abordar éramos nosotros. Con la cara del Coyote tras caerle encima la caja de caudales que tenía preparada para aplastar al Correcaminos. Y así, en ese plan, dejando la mansedumbre cristiana para días más adecuados, los frailes escabechan en tres minutos a doce malos, que se dice pronto, y otros cinco se tiran al agua, chof, chof, chof, chof, chof, y el resto, con varios heridos, pide cuartel y se rinde después de que fray Miguel Ramasa le atraviese el pecho con un chuzo al arráez corsario, «juntándose los dos tanto, que le alcançó el turco a morder en una mano, y acudiendo fray Andrés Coria le acabó de matar». Con dos cojones.

Ocurrió el 21 de octubre de 1634, día de santa Úrsula y de las Once Mil –una más, una menos– Vírgenes. Y qué quieren que les diga. Me encantan esos tres frailes.

 

Visto en el libro:

"Con Ánimo de Ofender" de D.Arturo Perez Reverte. Artículo de El Semanal 30 Abril de 2006.

Hacer Fortuna como Soldado

Hacer Fortuna como Soldado

 


La vida no era sencilla en la España del siglo XVI y los habitantes de la entonces nación más poderosa del mundo pasaban hambre y penurias. En un país despoblado por las guerras y la conquista de América, la única posibilidad de prosperar para las gentes sencillas era marchar con los conquistadores o alistarse a los tercios. A primera vista, la opción más fácil parece que es marchar a las américas de donde no dejaban de llegar ingentes cantidades de riquezas. Sin embargo, muchos fueron los que optaron por la segunda opción, marchar al norte, a tierras frías y lejanas, rodeados permanentemente de un ambiente y gentes hostiles, donde con toda probabilidad acabarían despanzurrados en algún campo de batalla ... ¿Tan seductor era lo que ofrecía los tercios? ¿Qué posibilidades tenían de hacer fortuna? (NOTA: Si hoy, cualquier españolito de a pie pudiera remontarse varias generaciones atrás en su familia hasta el siglo XVI, es seguro que encontrará uno o varios parientes suyos que estuvieron luchando en los tercios o de conquista por las Américas.)

 

Escudo de oro español.

Lo primero a tener en cuenta es que era relativamente fácil ascender y bastaba destacar un poco y que fueras un poco "echao pa'lante" para que hicieras carrera en los tercios. El grado más bajo en el escalafón era "la pica seca" y su soldada era de 3 escudos de oro al mes, pero como dije con que le echaras arrojo al asunto empezabas a acumular "ventajas" que vienen a ser como "pagas extras". Por ejemplo, si tenías coraza recibías un escudo más (por incentivar la seguridad en el combate). Al arcabucero se le daban tres escudos más para la munición y otro más si "disparaba mucho". Luego los mandos cobraban desde los treinta escudos de un cabo, a los 80 de un maestre de campo, por supuesto, mas las "ventajas" que fueran logrando acumular.

 

Picas secas o piqueros en formación de combate.

Hay que aclarar, que 3 escudos de oro en España no eran gran cosa ya que pesar de las toneladas de riqueza que entraban procedentes de las conquistas, apenas había productos básicos para el consumo por falta de gente que trabajara el campo o desempeñara oficios. Es decir, había mucho dinero pero no en que gastarlo por lo que, lo poco que había, era a precios prohibitivos. Sin embargo, esos tres escudos en el resto de Europa, eran una pequeña fortuna ya que solo los nobles y muy ricos se podían permitir el pagar en oro como hacían nuestros soldados.

Además del sueldo que recibían, los soldados del tercio tenían otras fuentes de ingresos como los prisioneros que eran para quien los capturaba. Lo normal era no hacer prisioneros, pero si alguno de los vencidos antes de ser degollado proclamaba ser rico o noble se le perdonaba la vida a cambio de un rescate. En ocasiones, sobre todo en el Mediterráneo, era el estado quien compraba los prisioneros de cualquier condición pues se necesitaba gente para las galeras. Por este concepto hubo soldados que hicieron buenas fortunas.

Prisioneros en galeras.

También estaba el "despojo" que era el derecho que tenía el soldado de quedarse con todo lo de valor que llevaran sus víctimas. Si tenemos en cuenta que los soldados llevaban con ellos todas las pertenencias que iban rapiñando, el botín así conseguido podía ser muy importante.

Esta práctica causó no pocos problemas pues era habitual que se dejara de luchar para despojar a los caidos. Por esto, el Maestre de Campo podía dar instrucciones antes de la batalla para que se hiciera el "monte" o "montón", esto es que los asistentes de los propios soldados fueran detrás recogiendo todas las riquezas (incluido ropa, por lo que era frecuente que los campos de batalla quedaran cubiertos de cuerpos desnudos). Con el botín se hacía un montón y después de separar una quinta parte para el rey (Quinta real) el resto se repartía equitativamente.

 

Derrota rebelde en las cercanías de Lovaina, septiembre de 1576.

Pero sin duda el "Bonus Pack" para los tercios era el "saqueo" o "saco". Si la plaza a conquistar se resistía en demasía y no se rendía, el Maestre podía ordenar su saqueo cuando fuera conquistada. Cuando esto ocurría significaba carta blanca para arramblar con lo que hubiera en la ciudad y los soldados entraban en ella con un saco al hombro donde guardar el botín. De ahí le viene la expresión "Entrar a saco".

 

Saqueo en Amberes.

Ocurría que en ocasiones las soldadas se retrasaban más de la cuenta y eran costumbre los motines, algunos de ellos muy sonados. Además en esto también mostramos nuestra peculiar manera de ser y aunque parezca incongruente, los motines de los soldados españoles eran un ejemplo de disciplina. Primero se dejaba salir a los oficiales de alto rango para no ponerlos en el compromiso de tener que elegir entre la lealtad al rey o la de sus hombres y luego nombraban a un jefe que tenía poder absoluto y se encargaba de mantener las cosas dentro de un orden. Además, al contrario que el resto de ejércitos que se amotinaban antes de entrar en batalla, los tercios primero luchaban y después se amotinaban. No fuera que se pensaran que lo hacían por no batirse... ¡Y hasta ahí podíamos llegar! :-)

 

Ilustración de un motín de los tercios.

Como se ve, un soldado tenían muchas posibilidades de hacer fortuna, lo que no era tan probable era que viviera para disfrutarlo.

 

 

Visto en el libro:

"La Infantería Legendaria" Fernando Martínez y Jose María Sanchez.