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Historias con Historia

Historias Antiguas

Luchas de fieras

He comentado en un par de ocasiones que los juegos romanos eran un compendio de varios espectáculos como los gladiadores, las naumaquias o las pantomimas . Hoy toca el espectáculo preferido por los Romanos, el acoso de fieras. Eran unos festejos tan populares o más que el de Gladiadores, es más, ya se celebraban espectáculos con fieras 80 años antes de que comenzaran las luchas de gladiadores. El más antiguo espectáculo de lucha de fieras del que hay noticia ocurrió en Roma y data del año 186 a. C. y casi sin interrupción, se estuvieron celebrando hasta el siglo VI.

Este espectáculo era variado en su composición; unas veces se exhibían sólo fieras, otras luchaban entre sí, y frecuentemente contra hombres. También se simulaban en el anfiteatro auténticas cacerías de animales salvajes donde no se escatimaban medios creando enormes decorados. La mejor conocida las organizó el emperador Probo y es así descrita:

"El espectáculo se dispuso como sigue: grandes árboles, arrancados con sus raíces por los soldados, se colocaban sobre una plataforma de madera de gran extensión que se había recubierto de tierra. De esta manera, todo el circo, plantado de modo semejante a un bosque, pareció florecer con la frescura de las hojas verdes. En seguida soltaron por todos los caminos mil avestruces, mil ciervos, mil jabalíes, mil gamos, mil gamuzas, mil cabritillos salvajes y otros animales herbívoros en tanta cantidad cuanto les fue dado alimentar y encontrar. Hecho esto, dejaron penetrar en el bosque a la plebe y cada uno se apoderó de lo que quiso. Otro día, Probo hizo soltar de una vez en el anfiteatro a cien leones de largas crines. El fragor de sus rugidos parecía el tronar de la tormenta. Se les dio muerte por la espalda a todos estos leones y, mientras morían, no dieron el buen espectáculo que se esperaba de ellos, ya que no tenían ese ímpetu que tienen cuando salen de sus jaulas. A muchos de ellos, que no querían avanzar, se les mató con flechas. Salieron también cien leopardos de Libia, cien leopardos sirios, cien leonas juntamente con cien osos. Parece ser que el espectáculo de todas aquellas fieras fue más imponente que agradable."

 

Otras fiestas eran más complicadas aún. El poeta Calpurnio describe una fiesta dada por Nerón, en la que el suelo se abrió y de los abismos salió un bosque maravilloso con árboles resplandecientes por el oro y surtidores olorosos, poblado de fieras de lejanos países. En los juegos que organizó Septimio Severo, en el año 202, la palestra se transformó en pocos momentos en un barco gigantesco, que inmediatamente se desencuadernó, quedando sobre la arena 700 fieras, leones, panteras, osos, bisontes y avestruces, que fueron sacrificados en los 7 días que duró la fiesta.

Los que luchaban contra las fieras se llamaban bestiarios. Existían grupos o familias de bestiarios, que se adiestraban, como los gladiadores, en escuelas especiales y como los gladiadores, también hubo varios bestiarios famosos por sus luchas contra los animales. En este mosaico se puede ver al bestiario Spittara luchando contra el Leopardo Victor (era costumbre poner nombre a todo los animales). Se puede ver que el luchador pelea sobre zancos y es que según cuenta la historia, decía que en igualdad de condiciones era demasiado fácil.

Fresco completo donde se ve esta escena y en el que se narra la lucha de cuatro bestiarios contra cuatro leopardos

Naturalmente también los acosos de fieras se usaban de castigo para prisioneros de guerra y criminales a los que se ataban en estacas o simplemente se les soltaba entre las fieras.

 

Tantísimo gustaban este tipo de espectáculos, que en un único festejo llegaban a participar miles de criaturas de infinidad de especies diferentes. Por poner sólo un ejemplo: Trajano, en el año 107, celebró el triunfo sobre Dacia, la actual Rumania, con unas fiestas que duraron 4 meses, en las que intervinieron 11.000 fieras que lucharon contra 10.000 hombres.

El flujo de animales hacia Roma era constante e ingente y tanto preocupaba le elevada mortandad de animales durante los viajes, que se promulgó una ley por la que este tipo de transportes tenían que ser ayudados y mantenidos en cualquier puerto o municipio por el que pasaran. (NOTA curiosa: Al principio, el límite de tiempo que podían estar recibiendo ayuda era ilimitado, pero como hubo numerosos abusos y en ocasiones las estancias se alargaban meses, esta ayuda se tuvo que limitar a 7 días)

Semejante carnaval de muerte trajo consigo la extinción de algunas especies, como el león europeo o el elefante Libio y aún hoy en día se discute si el motivo de que no haya osos en África fue que los Romanos acabaron con ellos.

 

 

Visto en:

Circo y fieras en la Roma antigua. Pantomimas y naumaquías - José María Blázquez Martínez

Más:

http://exapamicron.wordpress.com/2007/09/01/los-animales-de-los-juegos-romanos (Blog recomendado)

Helépolis. La Conquistadora de Ciudades

 

 

En el mundo Helenístico, como grandes guerreros, amantes de la ingeniería y de la mecánica que eran, sentían verdadera debilidad por la maquinaría de guerra como las catapultas, los arietes, las balistas… Artefactos estos que desarrollaron, perfeccionaron y en algunos casos incluso inventaron. Como ejemplo sirva el despliegue técnico que hizo Arquímedes en Siracusa contra los Romanos .

Pero con lo que realmente disfrutaban los militares helenos, era con el tamaño. Cuanto más grande fuera el artilugio, mejor. Construyeron catapultas gigantes, barcos gigantes y la Helépolis… “La conquistadora de ciudades”.

La palabra Helépolis significa literalmente “conquistadora de ciudades” y se trataban de unas descomunales torres de asedio móviles.

El primero que las comenzó a usar fue Alejandro Magno quien construyó una de unos 15 metros de altura (foto superior, a la izquierda). Posteriormente, otros generales Helenos, las siguieron usando a la vez que aumentaban de tamaño.

La más grande jamás construida la mandó levantar Demetrio Poliorcetes (337 adC-283 adC) en el asedio de la ciudad de Rodas.

La Helépolis de Demetrio Medía unos 23 m de lado en la base y 9 metros de lado en lo alto. Media nada menos que 45 metros de altura (el equivalente de un edificio de 15 pisos), con lo que sobrepasaba la altura de las torres de la muralla de Rodas.

Descansaba sobre ocho enormes ruedas macizas de madera forradas de hierro, con un ancho de llanta de casi un metro para disminuir la presión sobre el suelo, y colocadas sobre pivotes de forma que la máquina podía moverse en cualquier dirección. Eso sí, antes había que desbrozar, allanar y nivelar una superficie de 600 metros hasta el pie de las murallas.

 

 

En el piso bajo se colocaban hasta 1000 hombres que empujaban la torre desde dentro, mientras otros muchos debían empujar desde atrás y los lados: las fuentes nos dicen que eran necesarios en total 3400 hombres para mover semejante artefacto.

El frontal exterior estaba forrado de metal para evitar los incendios y el interior se dividía en 9 pisos con dos escaleras diferentes. Una se utilizaba sólo para subir y la otra sólo para bajar, de este modo se garantizaba la fluidez de movimientos. En cada uno de los pisos, se abrían troneras para las armas con portillos que se accionaban mecánicamente.

En los pisos inferiores se colocaron piezas de artillería que arrojaban grandes proyectiles de piedra de hasta 85 Kg, cuyo peso disminuía en los pisos intermedios; en los superiores se colocaron balistas lanzadoras de grandes dardos, mucho más livianas que las catapultas.

Al no tener pasarelas, ni levadizos por donde abordar las murallas, la Helépolis de Demetrio se usaba para despejar de defensores las torres y almenas y de este modo, dos gigantescos arietes(foto), construidos para la ocasión y situados a cada lado de la torre, podían realizar su trabajo de demolición sin ser molestados.

 

Aunque torre y arietes demolieron parte de la muralla, los defensores consiguieron dañar parte del recubrimiento de la Helepolis, y trataron de incendiarla en una salida una noche de luna nueva. Sin embargo, y aunque la torre casi consiguió desbordar las defensas rodias, la determinación de los defensores, el agotamiento tras más de un año de asedio y la llegada de refuerzos a la ciudad desde el exterior, forzaron finalmente a Demetrio a llegar a un acuerdo con los Rodios y a retirarse, abandonando la Helépolis a los pies de la ciudad de Rodas.

Poco después, los Rodios, usarían las partes de metal de la gigantesca torre para construir el coloso de Rodas .

 

 

Más:

http://www.europa1939.com/infanteria/antiguas/helepolis.html

http://es.wikipedia.org/wiki/Helepolis

http://www.mlahanas.de/Greeks/war/Helepolis.htm

Medicina Militar Romana


El médico Iapis cura una herida a Eneas.

Dentro de la medicina romana una de las disciplinas más importantes y que más se desarrolló fue la medicina militar. La razón es de cajón, sino había forma de reclutar nuevos legionarios, había que cuidar los que se tenía. Por ese motivo se creó la figura del "medicus" que era el oficial sanitario que disponía toda unidad de combate. (Nota de listillo: De "medicus" proviene la actual palabra de médico.)

En un principio, este "medicus" era elegido entre los mismos legionarios y era adiestrado por el ejercito. Pero con el tiempo, y como en los campo de batalla sobraban las oportunidades para experimentar con nuevos métodos, la medicina militar logró grandes avances convirtiéndose en una disciplina obligatoria para todo aquel que estudiara para médico, ya fuera civil o militar.

En el campo que más se avanzó fue en la cirugía. Los médicos romanos tenían métodos quirúrgicos sorprendentemente avanzados para el tratamiento de las heridas. Esto queda reflejado en su amplia variedad de instrumentos quirúrgicos. Incluyen fórceps para extraer proyectiles tales como flechas, sondas, espátulas para aplicar ungüentos, pequeñas palas con una cuchilla en el extremo, horcas para separar el tejido muscular, pinzas, agujas tanto curvas como rectas, y tablillas para piernas. Todos ellos sabían como usar los torniquetes, los clampajes arteriales y las ligaduras para parar la pérdida de sangre, y también amputaban para prevenir gangrenas mortales.

 

 

Celso describía así las cualidades de un buen cirujano:

"El cirujano debe ser joven o más o menos, con una mano fuerte y firme que no tiemble, listo para usar la izquierda igual que la derecha, con visión aguda y clara, y con espíritu impávido. Lleno de piedad y de deseos de curar a su paciente, pero sin conmoverse por sus quejas o sus exigencias de que vaya más aprisa o corte menos de lo necesario; debe hacer todo como si los gritos de dolor no le importaran."

Un hecho que sorprende es que hervían sus instrumentos y nunca los reutilizaban sin antes haberlos vuelto a hervir. Seguro que desconocían la relación de los gérmenes con las enfermedades, pero seguramente se percataron de que con este gesto salvaban más vidas. También usaban para limpiar las heridas el "acetum", una especie de fuerte vinagre que actuaba como un eficaz antiséptico.

"Medicus" extrayendo una flecha a un soldado.
Relieve de la columna de Trajano .

Otro detalle que indica la importancia que daban a la salud de sus tropas, es la creación de los "valetudinaria" . Estos fueron, sin duda, los primeros hospitales de la historia y eran emplazamientos, dentro de los campamentos, donde había salas especializadas para distintas tareas y con separaciones para enfermos y heridos. La sala de los enfermos se situaba lo más retirada posible, y sólo tenía una entrada (esto era para aislar lo más posible a los soldados enfermos del resto de la tropa). Incluso disponían de calefacción y ventilación.

"valetudinaria"

Pero estos "medicus" no sólo curaban, también prevenían enfermedades ocupándose de la higiene del campamento y evitando de este modo muchas epidemias. Esto lo lograban con un sistema de letrinas, alcantarillas y sumideros, así como teniendo cuidado de no emplazar los campamentos en lugares próximos a pantanos o lugares insalubres. (Nota: Esta "higiene pública, que naturalmente aplicaban en sus ciudades, fue un factor determinante para que la esperanza de vida en la época romana fuera mayor que durante la edad media)

 

Más sobre medicina romana:

http://mural.uv.es/dosagar/romana.htm

http://www.portalplanetasedna.com.ar/medicina02.htm

 

Más sobre medicina romana en "Historias con historia":

Operación de cataratas y anestesias.

De conjuros y ritos.

 

 

El toro de Phalaris

El toro de Phalaris o Falaris, era un "ingenio" que, entre los años 1500 al 1700, no faltaba en ninguna cámara de torturas que se preciara de serlo. El aparato en cuestión era una reproducción en bronce de un toro o buey cuyo interior se encontraba hueco. Por una portezuela que tenía en un costado, se introducía al reo y debajo de la figura se encendía una gran hoguera. Literalmente, el preso era asado vivo. Además, la resonancia en el interior, hacía que los gritos salieran por la boca del toro y así parecía que era este el que mugía.

La invención de este artilugio se le atribuye a Phalaris, tirano de Agrakas, que murió en el año 554 adC. Cuenta la leyenda que enconmendó su diseño a un tal Perillos al que hizo probar el invento en sus propias carnes. Los investigadores dudan de la veracidad de esta historia y creen que Phalaris no fue tan mal gobernante, aunque es cierto que el toro apareció por aquella época.

 


En algunos modelos, les ponían tubos colocados por el interior de la garganta de la figura, para lograr mejor sonido y más realismo en el mugido. También algunos, disponían de salida de aire especial, para que el humo saliera mezclado con incienso o diferentes aromas y al parecer, era costumbre coger luego los huesos calcinados para hacerse pulseras o adornos. Se cree que Falaris murió dentro de uno de estos toros.

Los romanos también usaron el "toro de Phalaris" con bastante asiduidad, especialmente con los cristianos y varios santos fueron martirizados en él, como San Eustaquio.


Posteriormente (S. XVI-XVIII) se utilizó como método de tortura, aunque realmente, entrar en un "toro de Phalaris" era, casi con seguridad, una sentencia de muerte.

 

Visto en:

Museo de la tortura. Santillana del Mar.

El Bárbaro Yogur.

Los Hunos , eran un pueblo nómada proveniente de Asia y era uno de los denominados pueblos bárbaros. Durante el siglo V y bajo el mando de Atila , se extendieron por gran parte de oriente y llegaron hasta el mismo corazón de Europa. El paso de los Hunos era sinónimo de destrucción y muerte y tanto era así que hasta nuestro días ha llegado la archiconocida expresión de por donde pisaba el caballo de Atila no volvía a crecer la hierba. (Nota: Al parecer, Atila no era tan fiero como lo pintaban y en bastantes ocasiones demostró ser un hábil diplomático que tan solo usaba la fuerza cuando era estrictamente necesario. Fue él mismo, a sabiendas, quien se construyó esa fama de cruel bárbaro, algo que siempre supo utilizar en negociaciones y cuyo principal objetivo era la guerra psicológica y en lo posible evitar la confrontación.)

Pero los Hunos no sólo traían consigo devastación. De las diferentes tribus y pueblos que conquistaban, asimilaban aquellas costumbres que les eran útiles y luego, ellos a su vez, las transmitían por los distintos territorios por los que pasaban. Esto pasó, por ejemplo, con el yogur que era un alimento originario de zonas de Turquía y Bulgaria, pero fueron los Hunos quienes lo dieron a conocer al resto de Europa.Aunque lo más curioso era la forma que tenían de prepararlo.

Las mujeres ordeñaban las vacas y las ovejas (tenían rebaños específicos unos para dar leche y otros para carne), cocían la leche y la envasaban en odres. Estos odres, de formas especiales, se los daban a los hombres que los colocaban debajo de sus monturas. Los Hunos eran un pueblo de jinetes y en su cultura, montura y persona formaban una sola unidad, hasta el punto que cuentan, que prácticamente hacían vida sobre sus caballos e incluso dormían encima de ellos. Después de varios días de largos caminos, sudores (de caballo y persona) e incluso de alguna batalla, la leche fermentaba transformándose en germen de yogur. Posteriormente lo consumían directamente del recipiente que habían mantenido calentito debajo de sus posaderas y debía de estar bueno pues era de sus alimentos preferidos que enriquecían mezclándolo con nueces o almendras machacadas.

Medicina Romana

 

Aunque gran parte del poder de curación de la medicina romana recaía sobre los conjuros y ritos al más puro estilo de la brujería, también poseían grandes conocimientos de la anatomía humana y desarrollaron gran cantidad de procedimientos de cirugía que, en algunos casos, se estuvieron usando hasta los siglos XVIII y XIX. También a ellos se les debe la creación de gran cantidad de herramientas quirúrgicas, que incluso son la base de muchas de los que actualmente se usan.

Se convirtieron en grandes especialistas en reparar fracturas y cerrar heridas y realizaban con relativa asiduidad operaciones como la trepanación o de cataratas.

La primera operación de cataratas de la que se tiene constancia la describe Celso en el año 25 d.C. Esta técnica se usó prácticamente sin cambios hasta 1745, cuando se empezó a extraer el cristalino como en la actualidad. (NOTA: El porcentaje de éxitos del método de Celso no era demasiado elevado y por eso sólo se realizaba cuando la ceguera era total)

"Con el punzón debe llevarse la aguja a la catarata y, girándola, lentamente, desplazar la catarata hasta la parte inferior de la pupila"

Al leer esto, lo primero que nos viene a la mente (al menos a mí) es...Uuuufff Llorando. Bueno, para tranquilizar un poco la grima, hay que decir que usaban una especie de anestesia(cuando se disponía de ella, claro). Estaba hecha a base de opio y aunque el paciente estaba consciente y sufría enormes dolores, la intervención no era completamente a "carne viva".

Merece una mención aparte el preparado que usaban como anestesia. Recibía el nombre de mitrídato y la invento Mitríades VI rey de Ponto . Este rey, temeroso de ser envenenado, se convirtió en un experto en venenos y antídotos, los cuales probaba con sus esclavos. A base de "prueba-error" dio con este preparado que durante siglos fue una especia de panacea.

Más tarde, el médico de Nerón, Andrómaco, mejoró la fórmula del mitrídato y creó la teriaca. Este nuevo preparado, además de opio, lo componían hasta 64 ingredientes, algunos tan pintorescos como: carne de víbora, minerales, cebolla, sangre de pato, especias, vino y miel.

 

Se usaba para casi todo, contra la peste, dolor de cabeza, de oídos... Esta "fórmula magistral" perduró casi inalterada hasta el siglo XIX. Y su fórmula era tan codiciada que se tenían que pagar grandes tríbutos para su elaboración. En España, el Colegio de Farmacéuticos de Madrid consiguió el priviliegio exclusivo de elaboración de la Teriaca en 15 de marzo de 1732.

 

Nota:

La ídea de este artículo está sacada del libro "Anécdotas de la historia" de Concepción Compte.

Pantomimas Sangrientas

Los antiguos juegos romanos (como ya comentaba en este artículo ) eran unos festejos que duraban días e incluso meses y lo conformaban varios espectáculos diferentes como podían ser las luchas de gladiadores, las naumaquias o las pantomimas.

Aunque para nosotros, la palabra pantomima, tiene casi siempre un sentido de diversión o comedia, en sus orígenes no siempre fue así. Los escritores de época imperial han conservado datos sobre estas pantomimas que a nosotros se nos antojan espeluznantes, pero que hacían las delicias de los espectadores de los circos.

Efectivamente celebraban algunas pantomimas "normales" que eran a modo de "revista de variedades" con actores, música y donde se realizaban funciones casi siempre con un sentido crítico, soez e irónico. Pero otras muchas eran otro tipo de espectáculos en donde los actores eran prisioneros condenados a muerte.

A estos prisioneros se les "entrenaba" para representar un papel donde siempre acababan mal. Por ejemplo, les gustaba mucho escenificar antiguos historias mitológicas como la de Orfeo (héroe mitológico que con su música amansaba a las fieras). Al reo se le disfraza del personaje y en un decorado de naturaleza, infestado de distintas fieras se le obliga a interpretar su papel. Naturalmente, aunque llevaba un instrumento, el pobre reo no amansó nada y acabó devorado por un oso.


En otro caso, un prisionero interpreta al héroe Hércules que acaba abrasado vivo o a Atis al que castran. Todo esto con gran despliegue de decorados y vestuarios. Otros eran más simples como ocurrió con los cristianos, a quienes Nerón en el año 64 echó la culpa del incendio de Roma, se les embadurnó de resina y de pez y ardiendo se convertieron en auténticas antorchas humanas, que iluminaban la noche; a otros condenados, vestidos con pieles, "simplemente" se les arrojaba a los perros para que los descuartizasen.

Pero de las pantomimas más populares era una en que los "actores" salían a la arena vestidos con túnicas bordadas en oro, con mantos de púrpura y tocados con coronas doradas. Sus túnicas estaban impregnadas de resina inflamable, en un momento dado las ropas se prendían y los delincuentes morían abrasados. A este peculiar entretenimiento lo denominaban la "Túnica molesta " (El nombrecito tiene su guasa... ¿no?Indeciso)

Augurios y Adivinaciones

A ningún Griego ni a ningún Romano, se le ocurriría jamas acometer alguna empresa, sea cual fuera, sin antes consultar a los dioses, si estos le iban a ser propicios. Es decir, querían saber que les iba a deparar el destino (como todos). Por eso, adivinos, augures, oráculos, etc, hicieron su agosto en la antiguedad clásica.

 

 

Casi en cualquier cosa se veía la mano de los dioses y sus designios podían ser interpretados a través de las cosas más variopintas. Se observaban todos los fenómenos de los naturaleza, como las tormentas, el rayo, el trueno o los fenómenos antinaturales, como los abortos, la lluvia de piedra, temporales, etc. Pero las cosas más nimias también servían como las oscilaciones de la llama de una lámpara, el reflejo de un espejo, o a las imágenes reflejados en la superficie del agua. También el vuelo de las aves, el graznido del águila o de las aves nocturnas, el agostar de las plantas, o su crecimiento rápido. Ciertos animales, como los gatos, las arañas y las liebres presagiaban desgracias y se solía examinar el comportamiento de ciertos animales y las reacciones humanas. También las entrañas, tanto de hombres como de animales, tenían mucho que decir a quien supiera interpretarlas.

De todas las formas de adivinación o "comunicación divina" de las más usadas eran las siguientes:

El Oráculo: El más conocido era el Griego de Delfos . En el templo de Apolo estaba la Pitia(pitonisa), una especie de médium que entraba en trance y emitía palabras y sonidos que los sacerdotes interpretaban para conseguir un oráculo escrito. En muchas ocasiones sus respuestas eran bastante ambiguas, es decir, que lo mismo te valían para "blanco" que para "negro". El caso más conocido es el del rey Creso de Lidia. Le preguntó al oráculo si debía de invadir el imperio Persa y el oráculo le respondió:

"Creso, tras cruzar el río Halis, destruirá un gran imperio. "

Creso pensó que lo tenía claro. Cruzó el río Halis dirección a Persia pero allí sufrió una gran derrota y el imperio que se perdió fue el suyo.

Lo que pasaba realmente, era que en el templo de Apolo se abrían unas grietas en suelo, de una falla existente, por donde se filtraba gas de Etileno. Este gas, entre otras cosas, produce euforia y alucinaciones. La Pitia emanaba estos gases lo que le daba esa "claridad de mente" Chulo

 


Esta es la única imagen de la Pitia de Delfos. Está sentada en un trípode. La mujer tiene en la mano una ramita de laurel (árbol sagrado de Apolo) y, en la otra, una vasija que seguramente contenía agua de una fuente que burbujeaba en la cámara y portaba los gases que inducían al trance.

 

Las Suertes: O Sortes. Eran unas tablillas de madera o metal en las que se escribían distintas respuestas que eran interpretadas por el sacerdote según la pregunta realizada. No se sabe muy bien como se usaban, pero lo más probable que se colocaran en algún tipo de recipiente y se sacaran de él al azar (quizá

las extraía un niño cuya inocencia complacería a todos).

Aquí pongo algunas frases que se escribían en "las suertes".

 

-¿Por qué consultas ahora? Descansa y disfruta de la vida.

-Parirá la que antes era estéril.

-Créeme. Con dificultad puede corregirse finalmente lo que se ha torcido.

-¿Crees lo que dicen? Las cosas no son así. No seas tonto.

 

-Si eres prudente ten cuidado de que no surjan certezas a partir de lo incierto.

Astragalomancia: Los que tenemos ya unos añitos, recordaremos el juego de las "Tabas". Era un juego infantil (sobre todo de niñas, pero hemos jugado todos) que se jugaba con unos huesecillos de oveja llamados astrágalos o tabas. Pues bien, el origen de este juego (ya perdido?) viene de un viejo método de adivinación que empezaron usando los Griegos.

 

 

 

 

El suplicante iba al templo y después de una oración y quizás de una ofrenda, lanzaba las cinco tabas de una vez o una taba cinco veces. Cada cara del hueso tenía asignado un valor y según los números que salieran, el sacerdote interpretaba la tirada. Disponían hasta de una tabla donde se podía leer el resultado. Por ejemplo, el número 16 correspondía a "No se saca fruto de un brote marchito.". En una tablilla encontrada se pueden leer hasta 23 de ellos. Pongo algunos más...

30. El Dios Apolo dice que tendrás éxito en todo lo que hagas.

18. Es necesario trabajar, pero el cambio será magnífico.

13. Caminarás con más facilidad si reposas un momento.

Onimorancia: Tratar de ver el futuro interpretando los sueños es casi tan antiguo como el mismo dormir. Se ha conservado un tratado escrito por Artemidoro en el siglo II. d. C. titulado "la interpretación de los sueños", que es una fuente de información muy importante para ver qué soñaban griegos y romanos y las diversas interpretaciones que daban a sus sueños. Reunió un amplio catálogo de más de 3.000 sueños con su simbología correspondiente. Pongo un par de ellas de ejemplo.


Ver en sueños a un cocinero en la casa: Es un buen presagio para los que proyectan casarse, ya que su presencia es indispensable en las ceremonias nupciales. También resulta positivo para los pobres, puesto que recurren a sus servicios aquellos que tienen manjares en abundancia. En cambio, pronostica a los enfermos una crisis aguda.

Pegar a la madre: Es un acto que va contra la ley, y sin embargo, si se trata de un alfarero puede ser ventajoso. En verdad, llamamos madre a la tierra y los alfareros moldean esta materia dándole golpes. En consecuencia, el alfarero conseguirá mucho trabajo.

Nota: En la serie Roma sale una escena donde se sacrifica un toro y una mujer es bañada en su sangre. Ese rito también es de adivinación, se llama "Taurobolium" y en esta página hay una explicación muy interesante de en que consiste con un vídeo de la serie. Muy recomendable.