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Historias con Historia

¿Hombre o Mujer...? Se admiten apuestas

¿Hombre o Mujer? Se Admiten Apuestas.

 

 


La historia de hoy habla sobre un enigmático personaje que vivió a caballo entre Francia e Inglaterra durante el siglo XVIII. Su nombre completo era Charles Geneviève Louis Auguste André Timothée Déon de Beaumont, aunque se le conocía como Charles d'Eon o simplemente el caballero d'Eon y a pesar de lo relativamente reciente de la historia y que su existencia está perfectamente documentada, es tal el misterio que rodea la vida de este personaje que a fecha de hoy sigue sin tenerse claro si se trataba de un hombre o una mujer.

La vida de este francés pasa prácticamente inadvertida hasta 1757 en la batalla de Praga, donde al mando de un regimiento de dragones franceses se distingue por su gran coraje y valentía siendo él, a pesar de estar herido, quien lleva la noticia a París de la victoria conseguida por el ejercito francés. Hay que aclarar que aquella batalla no fue ninguna tontería y perdieron la vida en ella más de 25.000 hombres.

d'Eon vestido de dragón francés.

Terminada la guerra, Francia y Gran Bretaña recompusieron sus relaciones diplomáticas, y d'Eon —recién condecorado por Luis XV con la Orden Militar de San Luis, una de las más altas medallas al valor de su país— fue enviado a Londres como Primer Secretario de la embajada francesa. Es en esta época cuando sale a relucir una de sus mayores habilidades, vestirse de mujer. De esta guisa, el caballero d'Eon, consiguió realizar no pocas acciones de espionaje para el gobierno Francés ya que aparte de su "buen porte", también supo inflitrarse entre lo más granado de la sociedad inglesa, entablando numerosoa contactos y consiguiendo sobornar a varios altos mandatarios británicos y así ganarlos para la causa francesa.

Todo funcionaba más o menos bien, hasta que otro empleado de embajada francesa, al parecer envidiosos de los éxitos de d'Eon, comienza a hacerle la vida imposible desprestigiándolo ante sus superiores.

Caballera d'Eon.

Charles d'Eon decide entonces abandonar la embajada francesa y asentarse en Londres, no sin antes haber cogido unos importantes documentos donde se explican con pelos y señales los preparativos para una invasión francesa a Inglaterra, además de los nombres y datos de todos los ingleses que están colaborando con ellos y advierte que los dará a conocer si le ocurre algo.

Fueron varios los intentos de los franceses por recuperar papeles tan comprometedores. Se le ofreció grandes cantidades de dinero que rechazó y también se organizaron varias "acciones comando" para acabar con su vida, pero que d'Eon, gracias a su innata habilidad y buenos contactos evitó siempre.

Los franceses parecían resignados con el asunto cuando por Londres "casualmente" comenzó a surgir un rumor que cada vez cogía más fuerza. Se decía que el caballero de d'Eon no era tal, sino que era una mujer que se hacía pasar por hombre.

 

 

El tema fue la comidilla de toda Europa en 1770 y hasta tal punto llegó el debate que comenzaron a cruzarse apuestas sobre el sexo de Charles d'Eon. Arriesgar dinero sobre el tema se convirtió en una moda refinada, y, si bien había quien jugaba un penique o dos, los grandes capitalistas de juego aceptaron apuestas por 120.000 libras... o más. El éxito de la maniobra fue tal que se fundaron enormes compañías "de seguros" cuya única función era aceptar y administrar lo que se llamaban "Pólizas de seguro sobre el sexo de monsieur le chevalier o mademoiselle la chevalière D´Éon".

Mientras tanto, d'Eon negaba rotundamente que él fuera mujer. Apenas se dejaba ver y las veces que se le requería para que mostrara que escondía entre sus piernas se negaba en redondo consiguiendo que todo tipo de ideas peregrinas circularan por Europa.

Después de varios años así, un inglés que tenía apostada una gran cantidad de dinero a favor de que d'Eon era una mujer, decide llevar el asunto ante los tribunales. Durante el juicio la acusación trata de probar la feminidad del acusado llevando a unos testigos (se supone que pagados) que declaran que se trata de una señora.

d'Eon sigue diciendo que es un hombre y negándose a mostrar su sexo. La defensa esgrime que deberían bastar sus heroicos actos de guerra y el hecho de que d'Eon era miembro de la masonería y estos realizan un ritual donde comprueban expresamente el sexo del aspirante. Si hubiera sido mujer, nunca hubiera podido convertirse en masón.

Mademoiselle d'Eon practicando esgrima.

Al final del juicio, el juez, ante la negativa del caballero de mostrarse y la declaración de los testigos, decide sentenciar que d'Eon se trata de una mujer. Al fin, el asunto parece dilucidarse y los que habían apostado por que se trataba de una mujer pudieron hacer caja, especialmente el ciudadano que le llevó a juicio y que se endosó una considerable cantidad de dinero.

Una vez conocida la sentencia, el rey francés Luis XVI que seguía pelín cabreado por el asunto de los documentos robados, ordena que Charles d'Eon debe de vivir como mujer y que de ahora en adelante, debe actuar y vestir como tal en todo momento.

A pesar de que d'Eon se encontraba en Inglaterra, decide acatar la orden de su rey y desde entonces nunca más volvería a ponerse ropa de hombre convirtiéndose en la "Caballera d'Eon". Llegó un acuerdo con el gobierno francés a quien devolvió los documentos a cambio de una cantidad de dinero.

Durante los siguientes ocho años fue, con todos y para todos, mademoiselle D´Eon. Pasó ese tiempo retirada como una solterona noble en sus tierras de Borgoña y practicando uno de sus pasatiempos favoritos, la esgrima, que tuvo que dejar cuando fue gravemente herid@ en un duelo. También redactó en 1789, una carta a la Asamblea Nacional de Francia en la que proponía fundar una división de mujeres combatientes.

El último giro de su vida fue convertirse en monja de clausura. Así vivió, en devota tranquilidad, durante los siguientes 25 años hasta el día de su muerte en 1810.

d?eon como anciana.

Al parecer, mientras preparaban el cuerpo para el solemne funeral, el examen postmortem rindió una revelación sorprendente: ¡Charles D´Éon era en realidad un hombre! Un hombre perfecto, completo, como cualquier hombre normal, común y corriente. Tenía un pene y dos testículos, no estaba castrado, no era hermafrodita, no tenía órgano femenino alguno. Era, en todos los sentidos, un ser humano normal de sexo masculino.

A pesar de todo, esta última afirmación no parece del todo fiable y todavía hoy en día, hay quien duda del verdadero sexo de Charles d'Eon. Aunque lo más probable, es que simplemente se trate del primer transexual que pudo lucir su condición en sociedad. Además pudo hacerlo por orden del rey, lo cual, no me negareis que tiene su merito.

 

 

Visto en el libro:

"El Reverso de la Historia" de Pedro Voltes.

Más:

http://axxon.com.ar/rev/169/c-169divulgacion.htm

2 comentarios

Madridsur Noticia -

[El misterio que rodea la vida de este personaje que a fecha de hoy sigue sin tenerse claro si se trataba de un hombre o una mujer.]

Edward -

En verdad no se puede negar que tiene su merito haber soportado todo eso y vivir como mujer los últimos años de su vida, pero creo que en parte fue por voluntad, ya que de otro modo habria acabado con todo eso mostrando sus organos genitales y ya. Es verdad es el primer transexual aceptado por la sociedad en la historia del mundo